Identifican una bacteria intestinal como causa de esclerosis múltiple

Una bacteria del microbioma intestinal que produce una toxina podría ser la responsable de la esclerosis múltiple y de sus brotes, por lo que una terapia que neutralice esa toxina podría ser eficaz para combatir la enfermedad.
Persona joven con problemas intestinales

29/03/2023

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad que afecta al sistema nervioso y cuyas causas se desconocen, aunque se considera que la predisposición genética es un factor de riesgo que contribuye a su aparición en presencia de determinadas condiciones ambientales. Cada año se diagnostican alrededor de 1.800 nuevos casos de EM en España –el 70% en personas de entre 20 y 40 años–, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y se considera la segunda causa de discapacidad adquirida en jóvenes, después de los accidentes de tráfico.

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Una nueva investigación ha revelado que la bacteria intestinal Clostridium perfringens, que produce la toxina épsilon, se encuentra en grandes cantidades en el microbioma intestinal de los pacientes con esclerosis múltiple. Además, en un modelo preclínico de EM se encontró que la toxina épsilon abría los vasos sanguíneos del cerebro facilitando el acceso de las células inflamatorias al sistema nervioso central donde destruyen la mielina, una lipoproteína que permite la transmisión de los impulsos a través de las neuronas.

El estudio ha sido dirigido por investigadores de Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian y sus resultados, que se han publicado en The Journal of Clinical Investigation, sugieren que esta bacteria puede ser responsable de desencadenar la esclerosis múltiple y también de la progresión de la enfermedad.

“Un tratamiento que neutralice la toxina épsilon puede detener la actividad de la esclerosis múltiple con mayor efectividad que los tratamientos actuales que suprimen o modulan el sistema inmunitario”

“Hay muchos misterios en la EM”, ha declarado el coautor principal, el Dr. Timothy Vartanian, profesor de neurociencia en el Instituto de Investigación del Cerebro y la Mente de la Familia Feil en Weill Cornell Medicine. “¿Por qué algunas personas contraen EM y otras no, a pesar de una genética similar o idéntica? ¿A qué se debe la naturaleza episódica de las recaídas y remisiones? ¿Cómo es atacado el sistema nervioso central y por qué específicamente la mielina? Clostridium perfringens y la toxina épsilon pueden explicar muchas de estos misterios”.

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Potenciales aplicaciones en el tratamiento de la esclerosis múltiple

Para que una persona genéticamente susceptible a la esclerosis múltiple llegue a desarrollar la enfermedad es necesario que se exponga a un desencadenante ambiental y la abundancia de Clostridium perfringens en pacientes con EM sugiere que esta bacteria podría ser la culpable. Las cepas de Clostridium perfringens que producen la toxina épsilon se encuentran en el intestino delgado, y esta toxina solo se produce brevemente cuando la bacteria está en una fase de crecimiento, lo que concuerda con la EM que en la mayoría de los casos se caracteriza por una evolución en forma de brotes (recurrente-remitente). Lo más destacable es que la toxina épsilon se dirige específicamente a los vasos sanguíneos del cerebro y la mielina, lo que constituye un claro mecanismo de su actuación.

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Yinghua Ma, profesor asistente de investigación en neurociencia en el laboratorio Vartanian, utilizó técnicas de detección de ADN altamente sensibles y descubrió que las personas con esclerosis múltiple tienen más probabilidades de tener C. perfringens que produce la toxina épsilon en el intestino delgado que los individuos sanos estudiados.

Para comprobar si la toxina era capaz de causar la enfermedad utilizaron un modelo de ratón estándar de esclerosis múltiple en el que los animales están predispuestos a la autoinmunidad, pero la enfermedad similar a la EM solo se produce si también reciben la toxina de la tos ferina. Ma sustituyó la toxina épsilon por la toxina pertussis y los ratones desarrollaron una enfermedad más similar a la EM en comparación con los modelos anteriores.

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“El hallazgo de que la toxina épsilon puede reemplazar a la toxina pertussis en un modelo de ratón con EM no solo avanza en un modelo más relevante para estudiar la EM, sino que define críticamente un nuevo determinante derivado de microbios que provoca una ruptura del privilegio inmunológico en el sistema nervioso central para iniciar la enfermedad desmielinizante”, ha explicado Gregory F. Sonnenberg, profesor asociado de medicina Henry R. Erle, MD-Roberts Family y coautor del estudio.

“La toxina épsilon funciona en la etapa más temprana de la formación de lesiones de EM”, dijo Vartanian. “Un tratamiento que neutralice la toxina épsilon puede detener la actividad de la nueva enfermedad de nuestros pacientes, con mayor efectividad que las modalidades de tratamiento actuales que suprimen o modulan el sistema inmunitario”.  “En el plazo inmediato, nos impulsa un sentido de urgencia para obtener terapias más efectivas y seguras para las personas con EM”, concluye.

Actualizado: 5 de mayo de 2023

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