Nuevos fármacos para el control del peso demuestran eficacia y seguridad

21/06/2025
Las personas con sobrepeso u obesidad podrían disponer en un futuro cercano de nuevas opciones terapéuticas que les ayuden a adelgazar. Un ejemplo de ello es ecnoglutida, un medicamento experimental que ha mostrado resultados prometedores en una reciente investigación realizada en China, en la que los participantes perdieron peso de forma significativa y sostenida en tan solo 40 semanas. En concreto, Una inyección semanal de ecnoglutida ayudó a miles de personas con sobrepeso a perder hasta un 13% de su peso corporal.
La ecnoglutida pertenece a una clase de medicamentos llamados agonistas del receptor GLP-1 –como los famosos Ozempic y Wegovy– que ayudan a regular el apetito y la digestión. Este fármaco en particular tiene un mecanismo de acción ligeramente diferente, lo que podría traducirse en beneficios adicionales. Se administra mediante una inyección subcutánea una vez a la semana, lo que lo hace más cómodo que otros tratamientos que requieren dosis más frecuentes.
En el ensayo clínico participaron 664 adultos chinos con sobrepeso u obesidad, todos sin diabetes. Los investigadores dividieron a los voluntarios en varios grupos: tres de ellos recibieron diferentes dosis de ecnoglutida (1,2 mg, 1,8 mg y 2,4 mg) y otros tres recibieron un placebo (una sustancia sin efecto). El objetivo era comparar cuánto peso perdían tras 40 semanas.
Una pérdida de hasta el 13,2% de peso corporal
Los resultados se han publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology y muestran que, en promedio, quienes recibieron la dosis más alta de ecnoglutida (2,4 mg) perdieron un 13,2% de su peso corporal. Las personas que recibieron dosis medias o bajas también perdieron peso, con reducciones del 10,9% y del 9,1%, respectivamente.
Por el contrario, el grupo que recibió placebo prácticamente no bajó de peso: apenas un 0,1%. Además, un alto porcentaje de quienes usaron ecnoglutida logró perder al menos un 5% de su peso, lo que se considera un umbral clínicamente relevante. El 87% del grupo con la dosis más alta lo consiguió, frente a solo un 16% en el grupo placebo.
Las personas que recibieron dosis medias o bajas de ecnoglutida también perdieron peso, con reducciones del 10,9% y del 9,1%, respectivamente
Como ocurre con muchos tratamientos para bajar de peso, se registraron algunos efectos adversos, especialmente digestivos (como náuseas o molestias leves). Fueron mayormente leves o moderados, y solo una pequeña parte de los participantes tuvo que abandonar el estudio por esta razón. En general, los investigadores opinan que la ecnoglutida tiene un perfil de seguridad favorable.
Aunque el fármaco se encuentra todavía en fase de investigación y no se comercializa, los resultados obtenidos animan a pensar que pronto podríamos tener una nueva opción médica para perder peso de manera segura y efectiva. Además, la ecnoglutida no solo ayudó a bajar de peso de forma notable, sino que lo hizo con una única inyección semanal y sin que las personas tuvieran diabetes.
Amicretina, otro prometedor candidato para tratar la obesidad
Además de la ecnoglutida, otro tratamiento experimental para el control de peso está llamando la atención de los científicos: la amicretina, un medicamento en fase de desarrollo que podría convertirse en una potente herramienta contra la obesidad y el sobrepeso, ya que en pruebas preliminares esta nueva molécula ha conseguido que algunos participantes perdieran hasta una cuarta parte de su peso corporal.
Lo que hace especial a la amicretina es su capacidad para actuar al mismo tiempo sobre dos receptores del organismo, el GLP-1 y el de amilina, que están involucrados en el control del apetito y los niveles de azúcar en sangre. Esta doble acción, según los investigadores, podría ofrecer ventajas frente a otros tratamientos actuales que solo actúan sobre uno de estos receptores.
En uno de los ensayos, realizado con 125 personas con sobrepeso u obesidad, se probó una versión inyectable de la amicretina, que se administra una vez por semana. Las personas que recibieron las dosis más altas (hasta 60 mg) lograron perder hasta un 24,3% de su peso corporal tras 36 semanas de tratamiento. Aunque se reportaron efectos secundarios, como náuseas o vómitos, la mayoría fueron leves o moderados y desaparecieron con el tiempo.
Otro estudio evaluó una versión oral de la amicretina, que tomaron a diario 144 participantes durante 12 semanas. En este caso, quienes recibieron la dosis más alta (100 mg al día) consiguieron perder una media del 13,1% de su peso corporal. También aquí los efectos secundarios más comunes fueron digestivos y, en general, bien tolerados.
Ambos estudios sugieren que la amicretina no solo ayuda a bajar de peso, sino que también podría contribuir a mejorar los niveles de glucosa en sangre, lo que la convertiría en una opción atractiva para personas con riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Sin embargo, los científicos insisten en que serán necesarios ensayos más amplios y prolongados para confirmar todos estos beneficios y garantizar su seguridad a largo plazo.
En definitiva, la amicretina se suma a la lista de nuevos fármacos con potencial para transformar el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, ofreciendo a futuro nuevas alternativas tanto inyectables como orales para quienes buscan perder peso de manera efectiva.
Actualizado: 21 de junio de 2025