Descubren cómo aumentar la eficacia del tratamiento del cáncer de piel

Científicos españoles hallan una forma de mejorar la eficacia de la terapia fotodinámica contra el carcinoma escamoso cutáneo al combinarla con dos fármacos, lo que podría reducir la resistencia de este cáncer de piel y contribuir a terapias personalizadas.
Vista de carcinoma cutáneo de células escamosas a través del microscopio

01/07/2025

El carcinoma cutáneo de células escamosas es uno de los tipos de cáncer de piel más comunes y el hallazgo de un grupo de investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM)1, la Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria podría ser clave para mejorar la eficacia de su tratamiento. En concreto, han comprobado que combinar la terapia fotodinámica con dos medicamentos que ya están aprobados para otros usos clínicos, contribuye a una mejor respuesta de las células tumorales al tratamiento.

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La terapia fotodinámica es un procedimiento no invasivo que consiste en aplicar una sustancia que vuelve sensibles a las células del tumor para posteriormente exponer la zona a una luz de una longitud de onda específica. La luz activa la sustancia aplicada sobre la piel y desencadena una reacción que destruye las células tumorales. Este tratamiento preserva mejor la apariencia estética de la piel, pero puede verse limitado cuando el tumor desarrolla mecanismos de resistencia y deja de responder.

Los investigadores del CBM han identificado una de las principales causas por las que aparece esta resistencia. Una molécula producida en el entorno del tumor, llamada TGF-beta1, permite que las células cancerosas resistan el efecto de la terapia. Esta molécula es secretada sobre todo por unas células llamadas fibroblastos asociados al cáncer, que ayudan al tumor a crecer y protegerse.

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Tratamientos más personalizados en el carcinoma escamoso cutáneo

El estudio se ha publicado en International Journal of Biological Sciences2 y demuestra que tratar previamente el tumor y su entorno con N-acetilcisteína (un fármaco empleado para facilitar la eliminación de mucosidad en enfermedades respiratorias, entre otras aplicaciones clínicas) o con raloxifeno (que se usa para prevenir la osteoporosis y ciertos tipos de cáncer de mama) ayuda a frenar la producción de TGF-beta1.

Ambos fármacos actúan sobre otra proteína, llamada endoglina, que regula el comportamiento de las células “aliadas del tumor”, los fibroblastos asociados al cáncer. Como resultado, se reduce la resistencia del tumor y mejora la eficacia de la terapia fotodinámica.

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Los investigadores, liderados por Elisa Carrasco, han observado que el entorno que rodea al tumor puede inducir en las células cancerosas un estado de reposo o “hibernación”, técnicamente conocido como quiescencia. En este estado, las células dejan de dividirse temporalmente, lo que las hace más resistentes a la terapia fotodinámica, ya que esta actúa sobre células activas y en crecimiento.

“Revelamos el potencial de la N-acetilcisteína y el raloxifeno como tratamiento de apoyo para mejorar la terapia fotodinámica del carcinoma escamoso de piel”

Este estado de hibernación estaría mediado por el factor de crecimiento TGF-beta1. Sin embargo, al utilizar los fármacos N-acetilcisteína o raloxifeno, los investigadores lograron aumentar la producción de otra proteína, denominada endoglina, en las células del entorno tumoral, un paso clave para revertir la hibernación y reactivar la sensibilidad del tumor al tratamiento.

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“En este estudio, revelamos el potencial de la N-acetilcisteína y el raloxifeno como tratamiento de apoyo para mejorar la terapia fotodinámica del carcinoma escamoso de piel”, destaca Elisa Carrasco, investigadora del Centro de Biología Molecular y profesora en la Universidad Autónoma de Madrid. “Utilizando modelos celulares y animales, comprobamos que estos medicamentos permiten reducir los niveles de TGF-beta1, una molécula clave en la resistencia al tratamiento, gracias a su acción sobre la proteína endoglina que producen los fibroblastos”.

Los fibroblastos son células de la piel que ayudan a mantener su estructura, firmeza y capacidad de cicatrización. Los investigadores comprobaron que ambos medicamentos, la N-acetilcisteína y el raloxifeno, reducen los niveles de TGF-beta1, una molécula clave en la resistencia al tratamiento, al estimular en los fibroblastos la producción de endoglina, una proteína que evita que estas células sigan protegiendo al tumor.

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Además, Carrasco apunta a que la presencia de esta molécula, TGF-beta1, en el entorno del tumor podría servir como un marcador para anticipar la respuesta al tratamiento, lo que aumenta las posibilidades de emplear estrategias personalizadas en pacientes con este tipo de cáncer. Este hallazgo refuerza la idea de que adaptar la terapia a las características biológicas de cada tumor puede mejorar su eficacia y abre nuevas posibilidades para tratamientos más personalizados en el carcinoma escamoso cutáneo.

Fuente: Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM)

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  • 1

    CSIC. “Identifican Una Estrategia Para Aumentar La Eficacia Del Tratamiento No Invasivo Contra Un Tipo Común de Cáncer de Piel.” Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1 July 2025, https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/identifican-una-estrategia-para-aumentar-la-eficacia-del-tratamiento-no-invasivo-contra-un-tipo-comun-de-cancer-de-piel.

  • 2
    María Gallego-Rentero, Luisa María Botella, Marta Mascaraque, Jimena Nicolás-Morala, y Virginia Albiñana. «N-Acetylcysteine and Raloxifene Boost Photodynamic Therapy Against Cutaneous Squamous Cell Carcinoma by Decreasing TGFβ1 Secreted by Cancer-Associated Fibroblasts». International Journal of Biological Sciences, vol. 21, n.º 7, Ivyspring International Publisher, 2025, pp. 3164–3182+, doi:10.7150/ijbs.106642.

Actualizado: 1 de julio de 2025

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