Signos y síntomas de las ampollas

Antes de que aparezca una ampolla la piel está enrojecida y se siente un agudo dolor en la zona.
Actualizado: 6 de noviembre de 2025
Realmente al ser la ampolla una lesión centrada en una zona específica de la piel no presenta un amplio conjunto de signos y síntomas generales. Sin embargo, sí que es posible detectar de manera precoz cuándo está empezando a formarse, sobre todo si prestamos atención a las primeras molestias cutáneas.
En el caso de las quemaduras químicas y las escaldaduras las ampollas aparecen al cabo de pocos minutos tras el contacto con el agente agresor. La piel está enrojecida, caliente y muy sensible, y se siente un dolor agudo y punzante en la zona afectada. El líquido comienza a acumularse bajo la capa superficial de la piel, formando rápidamente la ampolla, que actúa como una protección natural mientras el tejido dañado se regenera.
En las quemaduras químicas, además del enrojecimiento y el dolor, puede haber picor o sensación de quemazón persistente, ya que la sustancia irritante continúa actuando sobre la piel hasta que se neutraliza o se elimina con un buen lavado.
- Cuando se produce ampollas debido a mucha fricción o roce en una parte del cuerpo, por ejemplo el pie, antes de que aparezca la lesión empieza por notarse calor intenso en la zona. Si el rozamiento continúa el área afectada comienza a enrojecer, signo precoz de lesión, y muy probablemente al cabo de unas horas se podrá ver la ampolla formada, que puede ser dolorosa al tacto y sensible al movimiento o la presión.
- Con respecto a las ampollas por infecciones virales o bacterianas (como el herpes o el impétigo) o por enfermedades cutáneas (como la dermatitis por contacto), es difícil predecir cuándo y dónde aparecerá la lesión, pero normalmente la zona estará más sensible al tacto de lo normal. No obstante, antes de su formación, la piel suele mostrar mayor sensibilidad o picor, e incluso una ligera inflamación o sensación de escozor. En estos casos, las ampollas suelen formarse en grupos o racimos y su contenido puede ser transparente, turbio o incluso con pus si hay infección.
- Una vez que la ampolla está formada es bastante dolorosa al tacto, sobre todo si se presiona o roza, siendo más o menos sensible dependiendo de la parte del cuerpo afectada. Así, las áreas con piel fina, como los dedos, los talones o la parte superior del pie, suelen ser más dolorosas. Si la ampolla se rompe, el área queda expuesta y puede generar escozor o ardor, además de aumentar el riesgo de infección.
Creado: 18 de mayo de 2015











