Contusiones
Las contusiones debidas a golpes, caídas, o cualquier impacto que no ocasiona heridas abiertas, pueden ser leves, o provocar fracturas o lesiones internas. Aprende a distinguir su gravedad y cómo manejarlas.

Qué es una contusión

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

Actualizado: 21 de enero de 2025

Desde un golpe accidental en casa hasta un impacto durante la práctica deportiva, las contusiones son lesiones comunes que pueden ocurrir en cualquier momento y lugar. Aunque a menudo se consideran lesiones menores, no siempre es fácil distinguir cuándo requieren atención especial. Por eso, comprender sus tipos, las zonas más afectadas y los síntomas que las acompañan es fundamental para saber cómo actuar correctamente y evitar complicaciones.

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Qué es una contusión y cómo se origina

Se origina una contusión cuando se produce un golpe, caída o cualquier impacto sobre la piel, pero sin llegar a romper su continuidad ni ocasionar heridas abiertas. Sin embargo, nunca hay que subestimar la gravedad de una contusión; aunque no haya sangre, un golpe de intensidad moderada podría ocasionar daños en músculos, tendones, e incluso órganos internos, y puede dar lugar a fuertes hemorragias internas.

Las contusiones son motivo de primeros auxilios, ya que en cualquier tipo de accidente suelen ser la lesión más común. Cualquier persona puede proporcionar las técnicas básicas de primeros auxilios en caso de contusión, por lo que es necesario que todos conozcan los procedimientos a seguir para aliviar el dolor, reducir la inflamación y actuar con rapidez si tú o alguien cercano sufre una para minimizar los riesgos.

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Contusiones en niños 

Este tipo de lesión es muy normal e incluso necesaria durante la infancia y el crecimiento. Los niños pequeños que están comenzando a moverse por ellos mismos todavía no tienen el control y equilibrio suficientes, por lo que se caerán y se darán golpes. Decimos que son necesarias por que debido a esto los niños se esforzarán por no caerse y aprenderán a mantener el equilibrio. 

Por otro lado, los niños son más propensos a sufrir contusiones debido a su naturaleza activa, su curiosidad y su menor percepción del peligro. Las caídas durante el juego, los accidentes en el hogar o en la escuela, e incluso el uso de bicicletas o patinetes, son causas comunes. Además, los niños tienen un sistema musculoesquelético en desarrollo, lo que los hace más vulnerables a este tipo de lesiones, aunque suelen recuperarse rápidamente gracias a su capacidad regenerativa. En su caso, las zonas más afectadas suelen ser las piernas, los brazos y, en ocasiones, la cabeza, dependiendo del tipo de actividad.

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Contusiones en deportistas

Los deportistas son otro grupo en el que predominan las contusiones, debido a los impactos repetitivos, choques con otros jugadores o caídas propias del deporte. Es por ello que se dan sobre todo en deportes de contacto, como el fútbol, el rugby o el baloncesto, donde los jugadores pueden efectuar movimientos que golpeen al rival, o aquellos en los que se ponga una pelota en movimiento que también pueda golpear al deportista. Por ejemplo, en el baloncesto y el balonmano es muy común la contusión en el dedo que se produce cuando el jugador no recibe el balón correctamente y éste golpea el dedo bruscamente. El dedo se hincha y se pone de un tono morado, es muy doloroso al tacto y al movimiento y se nota una sensación de calor. Si la contusión es muy fuerte se puede inmovilizar el dedo con una férula. Este tipo de contusiones se trata con contraste de calor y frío.

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También pueden ocurrir contusiones en disciplinas de alta intensidad como el ciclismo o el atletismo, ya que suelen estar asociados a un mayor riesgo de gopes o caídas. Las zonas más afectadas incluyen los muslos (contusión muscular), los hombros y, en deportes más extremos, las costillas o el tronco.

Contusiones más comunes

Algunas de las zonas del cuerpo son más propensas a sufrir contusiones, sobre todo aquellas expuestas o vulnerables a golpes directos, caídas o movimientos bruscos. Cada área tiene características específicas que influyen en la gravedad y el tratamiento necesario. Las zonas más habituales víctimas de contusiones son:

  • Contusiones más comunes: cabeza

    Contusión en la cabeza

    Los golpes en la cabeza son bastante comunes en los niños por varios motivos. El primero es que en comparación con los adultos, los niños de 0 a 4 años tienen la cabeza más grande en proporción con el cuerpo, por lo que les es más difícil estabilizarse. Y en segundo lugar, la mayoría del mobiliario de las casas suele estar a esa altura, dando lugar a pequeñas colisiones. 

    Aunque un golpe en la cabeza es muy llamativo y no se debe subestimar, la mayoría de las veces la contusión deja un chichón que es doloroso al tacto, pero que desaparece al cabo de cuatro o cinco días. Estos chichones se deben a la acumulación de sangre bajo la piel. Sin embargo, conviene vigilar algunas señales de alerta: náuseas, mareos o visión borrosa, que pueden indicar una lesión más grave como una conmoción cerebral.

  • Contusiones más comunes: rodilla

    Contusión en las rodillas y articulaciones

    Las rodillas, al ser articulaciones prominentes y poco protegidas, son vulnerables, puesto que en una caída hacia delante son el punto de apoyo y reciben el impacto. Estas lesiones son más molestas, ya que las rodillas se usan para todos los movimientos de desplazamiento.

    Por motivos similares, son habtuales también las contusiones en tobillos, codos y hombros. Y es que, estas articulaciones están más expuestas al impacto directo en caídas o movimientos repetitivos en deportes y actividades cotidianas.

    Por lo general, se acompañan de dolor intenso al mover la articulación, inflamación alrededor de la zona impactada, rigidez o dificultad para mantener la movilidad normal. En casos graves, puede haber daño asociado en ligamentos o tendones.

  • Contusiones más comunes: manos

    Contusión en las manos

    En una caída frontal el primer acto reflejo es apoyar las manos para proteger la cara del golpe. Las articulaciones de la muñeca, el codo y el hombro actúan como amortiguadores y absorben el impacto, pero el contacto con el suelo lo hacen las manos. No suelen ser contusiones importantes porque la piel de las palmas es más dura y resistente, ya que están preparadas para resistir golpes de este tipo.

  • Contusiones más comunes: manos

    Contusiones musculares

    Se trata de lesiones en los tejidos musculares causadas por golpes directos, que provocan dolor, hematomas e hinchazón, dificultando la movilidad en el área afectada. Muslos, pantorrillas, glúteos, y brazos suelen ser las zonas objeto de contusiones. Estas zonas contienen grandes grupos musculares que suelen absorber el impacto de caídas, golpes o choques durante actividades físicas, deportes o accidentes.

    Entre sus síntomas estarían el dolor localizado en el área afectada, hinchazón y endurecimiento muscular, aparición de hematomas de coloración que cambia de morado a amarillo durante la recuperación, e incluso dificultad para mover el músculo lesionado, dependiendo de la gravedad.

  • Contusiones más comunes: manos

    Contusiones óseas

    Daño en la capa externa del hueso debido a impactos fuertes, caracterizadas por dolor profundo y prolongado, sensibilidad al tacto sobre el hueso afectado y, a veces, hematomas visibles si el hueso está cerca de la piel. En casos severos, puede haber fisuras o fracturas subyacentes.

    Costillas, cráneo, pelvis y tibias son las zonas más afectadas, ya que pueden sufrir golpes directos en accidentes, caídas desde alturas o colisiones. La tibia y las costillas, por su ubicación cercana a la superficie de la piel, son especialmente vulnerables.

  • Contusiones más comunes: manos

    Contusiones abdominales

    En este tipo de contusión las zonas más afectadas son el abdomen y los flancos. Pueden deberse a impactos fuertes, como los que suceden en deportes de contacto o accidentes automovilísticos, que pueden llegar a comprimir los órganos internos.

    Los principales signos que presentan son un dolor difuso o localizado en el abdomen, hinchazón o rigidez en la zona afectada, posibles náuseas o vómitos – que podrían indicar daño en órganos internos como el bazo o el hígado–. Este tipo de contusiones suelen necesitar de una atención médica urgente en casos graves.

Creado: 25 de noviembre de 2013

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