Qué son las lesiones maxilares y cuáles son sus causas
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
Los maxilares son los huesos que forman la parte inferior de la cara. Tenemos dos maxilares: el superior, donde se insertan los dientes de arriba, y el inferior, al que se le llama comúnmente mandíbula. Los dos maxilares están unidos por la articulación temporomandibular, que se encuentra a la altura de la oreja y es fácilmente palpable cuando abrimos y cerramos la boca.
Las fracturas maxilares son la rotura de alguno de estos huesos, y pueden ocurrir en cualquiera de sus partes, aunque las de mayor importancia son las del maxilar inferior, porque al ser un hueso móvil existe más riesgo de que se agrave con el movimiento, además de que como limita el uso de la boca se hace mucho más molesta al hablar, comer o beber.
Otro tipo de lesiones maxilares son las luxaciones, que se producen a nivel de articulación y pueden o no ir acompañadas de rotura. Ocurre cuando el maxilar inferior se desplaza de su posición natural y la articulación se disloca; como cuando dos piezas que deberían estar juntas se desencajan.
Causas de las lesiones maxilares
Como cualquier otro hueso del cuerpo, si se aplica a la mandíbula una fuerza mayor que su resistencia al final se acaba rompiendo o luxando. Por esta regla de tres se deduce que cualquier impacto fuerte puede ser causa de la lesión de mandíbula (ya sea fractura o luxación), incluyendo:
- Golpes por agresión física, muy frecuente en las peleas con puñetazos directos a la cara.
- Accidentes de cualquier tipo, tanto de automóvil como laborales.
- Lesiones deportivas; los deportes de contacto son una de las principales causas de lesiones maxilares.
Si la causa de la fractura de mandíbula es traumática, en el caso de las luxaciones existen otros motivos aparte de los impactos directos:
- Hiperlaxitud articular. Esta es una enfermedad de los tejidos, incluyendo tendones, músculos y ligamentos, que hace que las articulaciones sean más flexibles pero también más débiles, debido a que las estructuras no pueden sujetar al hueso en su sitio, y es muy fácil que se produzcan luxaciones.
- Hay personas que pueden dislocarse la mandíbula al abrir demasiado la boca, como para bostezar, gritar o vomitar. También al morder algo muy duro se puede luxar la mandíbula.
Creado: 25 de mayo de 2015