Bursitis, cómo proteger tus articulaciones
Los deportistas y profesionales que someten sus articulaciones a movimientos muy repetitivos suelen sufrir la inflamación de las bursas. Conoce cómo prevenir este tipo de lesiones y cómo puedes aliviar su dolor.

Bursitis, qué es y síntomas

Dr. Tomás Fernández Jaén

Por: Dr. Tomás Fernández Jaén

Traumatólogo de la Unidad de Medicina y Traumatología del Deporte de la Clínica CEMTRO

Actualizado: 7 de marzo de 2024

La bursitis es una lesión producida por la inflamación de las bursas, unas pequeñas estructuras en forma de saco rellenas de líquido situadas entre los tejidos blandos (músculos, tendones, piel) y las prominencias óseas subyacentes. Su función es la de amortiguar y disminuir la fricción del hueso con los tejidos blandos durante el movimiento de las articulaciones. Estas bursas reducen la fricción y proporcionan un deslizamiento suave entre estas estructuras durante el movimiento.

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Se pueden localizar en zonas donde puede existir fricción entre las partes blandas y el hueso, es decir, hombro, codo, rodilla y cadera, principalmente, aunque también puede darse en otras localizaciones como el talón o la base del dedo gordo del pie. Todas estas son por tanto las áreas más afectadas por la bursitis.

La bursitis puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo traumatismos repetitivos o sobrecarga en una articulación específica, lesiones directas, condiciones inflamatorias como la artritis, o infecciones. 

Bursitis en la rodilla

Síntomas de la bursitis

La inflamación de las bursas produce hinchazón y dolor en las mismas, lo que limita el movimiento de la articulación afectada. Los síntomas de la bursitis dependen de la zona afectada y pueden aparecer de forma repentina o de forma gradual, aumentando el dolor. Este dolor puede aumentar con el movimiento o la presión sobre la articulación afectada y a menudo se describe como agudo y punzante en las etapas iniciales, pudiendo volverse más sordo y persistente a medida que la condición progresa.

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La persona que sufre de bursitis puede notarlo por el tacto, ya que la piel que rodea la bursa está más sensible y se aprecia un aumento de la temperatura local.También puede producirse un aumento en la cantidad de líquido dentro de la bursa.

En las articulaciones más superficiales puede aparecer hinchazón y enrojecimiento. Otro síntoma de la bursitis es la posible disminución de la movilidad de la articulación por el dolor.

Estos síntomas pueden empeorar con la actividad o el movimiento de la articulación afectada y pueden mejorar con el reposo. Es importante señalar que, aunque estos son síntomas comunes de la bursitis, también pueden ser indicativos de otras condiciones médicas. Por lo tanto, si experimentas estos síntomas, es aconsejable consultar a un profesional de la salud.

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¿Quién sufre con más frecuencia bursitis?

La bursitis afecta con más frecuencia a adultos, especialmente aquellos mayores de 40 años, debido a que la repetición de ciertos movimientos o la realización de actividades físicas intensas a lo largo del tiempo puede aumentar el riesgo de desarrollar esta condición. Sin embargo, no se limita exclusivamente a este grupo de edad y puede afectar a personas de todas las edades dependiendo de su nivel de actividad física y otros factores de riesgo.

La bursitis es más frecuente en aquellas personas que, por su trabajo, utilizan de manera repetida y excesiva una determinada articulación, como es el caso de las peluqueras, cirujanos o carpinteros, o personal de la limpieza que pasa mucho tiempo de rodillas. También puede ser habitual en personas que tienen una mala postura en su día a día o hacen un uso incorrecto de determinadas articulaciones.

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En el caso de los deportistas, los atletas que realizan movimientos repetitivos o aquellos que ejercen presión constante sobre ciertas articulaciones corren un mayor riesgo de sufrir bursitis. Los deportistas particularmente susceptibles a sufrirla son los atletas dedicados al lanzamiento, corredores, futbolistas, baloncestistas o jugadores de balonmano o béisbol, e incluso los bailarines:

  • Jugadores de béisbol o sóftbol: especialmente los lanzadores, debido a la repetición del movimiento de lanzar que puede inflamar la bursa del hombro o del codo.
  • Jugadores de baloncesto y voleibol: los movimientos repetitivos de saltar pueden provocar bursitis en la rodilla (bursitis patelar) o en el talón (bursitis de Aquiles).
  • Corredores: pueden desarrollar bursitis de cadera debido al movimiento repetitivo de la pierna al correr, así como bursitis en la rodilla.
  • Golfistas y tenistas: estos deportistas están en riesgo de desarrollar bursitis de codo, conocida también como codo de golfista o codo de tenista, debido a los movimientos repetitivos de golpear la pelota.
  • Futbolistas: similar a los corredores, están en riesgo de bursitis en la rodilla y en la cadera por los movimientos repetitivos y el contacto físico del deporte.

Creado: 3 de abril de 2013

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