Biopsia cutánea
La biopsia cutánea es una prueba sencilla y poco invasiva que permite diagnosticar patologías de la piel autoinmunes o cancerosas cuya existencia el dermatólogo no ha podido determinar por otros medios.

Cómo se hace la biopsia cutánea

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 29 de julio de 2022

En primer lugar, el dermatólogo valorará en una consulta previa si es necesario o no realizar una biopsia cutánea. Si lo considera útil te informará de cómo se realiza, qué información nos puede aportar y cuáles son los posibles riesgos que conlleva. Te entregará un documento de consentimiento informado donde se resumen las características principales y tendrás que firmarlo si estás de acuerdo con su realización. Muchas veces sólo es necesario dar un consentimiento oral.

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La biopsia cutánea podrá realizártela ese mismo día o en otra cita distinta. Cuando se vaya a realizar te pedirán, en primer lugar, que te descubras la parte del cuerpo que se vaya a biopsiar. El dermatólogo señalará con un bolígrafo o rotulador la lesión de la piel que se debe biopsiar y comenzará a preparar la zona.

Antes que nada se lavará las manos y con unos guantes limpiará la zona con un antiséptico que elimine los gérmenes que pudiese haber en la superficie de la piel. Después preparará el material necesario para realizar la biopsia y se cambiará los guantes por unos estériles. Con ellos podrá manipular todo el material estéril sin contaminarlo.

Primero anestesiará la zona con una pequeña inyección subcutánea. Este pinchazo puede doler un poco y al introducir el anestésico puede escocer moderadamente. Este será el único paso que puede resultarte incómodo, después la zona estará anestesiada y no notarás nada más. Si en algún momento del proceso sintieses de nuevo dolor sólo tendrás que avisar al médico y él te pondrá más anestesia.

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Cuando la zona de piel a biopsiar esté anestesiada se procederá a cortar la muestra de piel a estudiar. En las biopsias en sacabocados se utilizarán los punch, unos cilindros con borde afilado que sólo hay que presionar contra la piel. Si es una biopsia escisional o quirúrgica se utilizará directamente un bisturí. Una vez cortado el fragmento de piel se extrae con unas pinzas y se corta su base para quitarlo. El trozo de piel se mete en un bote que lo conserva hasta su estudio en el laboratorio.

Una vez realizada la biopsia, la herida que queda se debe suturar. El fragmento de piel extraído no suele superar el centímetro, por lo que no debes preocuparte por la herida y cicatriz posterior. En la mayoría de los casos es suficiente cerrar la herida con uno o dos puntos de sutura y después la cicatriz es prácticamente invisible. Piensa que muchas veces te has hecho heridas más grandes que no dejaron marcas en tu piel.

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Cuando hayas terminado te pondrán un apósito que podrás retirar en 24 horas. Los puntos de sutura te los tendrá que retirar un médico o una enfermera en tu centro de salud habitual, hay que dejarlos de 7 a 14 días, en función de la zona de la región de la piel biopsiada. Después podrás vestirte y recoger tus cosas, no es necesario que esperes a ningún tipo de documentación, ya que los resultados tardan un tiempo y se te entregarán en otra cita.

Complicaciones de la biopsia cutánea

Todas las biopsias entrañan riesgos al ser pruebas invasivas, aunque sea levemente. Suelen ser complicaciones poco frecuentes y en la mayoría de los casos tienen fácil solución. Pueden aparecer durante o después de la prueba. Algunas de las más comunes en la biopsia cutánea son:

  • Sangrado del punto de la biopsia.
  • Infección local con fiebre.
  • Reacción a la anestesia durante la realización de la prueba.
  • Apertura de la herida de la biopsia espontáneamente.
  • Cicatriz queloide cuando cure.

Creado: 28 de noviembre de 2013

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