Los expertos estiman que la diabetes afectará a 300 millones de personas en todo el mundo en el año 2025, debido a que se trata de una enfermedad crónica, cuya incidencia está aumentando. Además, se espera que cada vez haya más pacientes que desarrollen esta patología a edades tempranas, durante la infancia o adolescencia, lo que agrava el pronóstico a largo plazo, ya que la diabetes es un factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares.

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Otro problema que destacan los expertos es que hay muchas personas que padecen diabetes sin saberlo. Por ello, señalan la necesidad de emplear nuevos marcadores para identificar la presencia de la enfermedad cuanto antes. Generalmente, el diagnóstico se obtiene con la determinación del nivel de glucosa en sangre, pero las principales sociedades científicas avalan también el empleo de la determinación de la hemoglobina A1c (HbA1c), porque consideran que con este marcador se detecta mejor la presencia y gravedad de la enfermedad.

Los especialistas señalan la necesidad de emplear nuevos marcadores para identificar la presencia de la enfermedad cuanto antes

La Dra. Roser Casamitjana, miembro de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular y del Servicio de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de Barcelona, explica que actualmente se dispone de diversas pruebas que permiten precisar de qué tipo de diabetes se trata –tipo 1, tipo 2, o monogénica-, y también diagnosticar la posible presencia de un insulinoma (un tumor endocrino de páncreas que provoca hipoglucemias a los afectados). Esta experta señala que es fundamental diagnosticar precozmente la diabetes para iniciar cuanto antes un tratamiento que permita controlar la enfermedad eficazmente, evitando o retrasando así los riesgos asociados a esta patología.

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Gracias a los avances que se han producido en genética molecular, se han podido identificar los genes implicados en el desarrollo de diabetes, y se conoce mejor la implicación de las hormonas gastroitestinales en la secreción de insulina, lo que facilita la detección de la enfermedad y contribuirá a que se puedan elaborar medicamentos más específicos en el futuro. En el caso de la diabetes neonatal, por ejemplo, se puede predecir cómo evolucionará la enfermedad con un estudio molecular, que está indicado cuando se estime que se trata de una diabetes permanente. La Dra. Casamitjana ha destacado, además, que es preciso unificar los criterios de diagnóstico de la diabetes gestacional para conocer su auténtica prevalencia y tratar la afección adecuadamente, porque tiene consecuencias muy importantes sobre la salud de la embarazada y el feto.

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Fuente: Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC)

Actualizado: 6 de julio de 2017

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