Enfermedad de Kawasaki
La enfermedad de Kawasaki es una enfermedad rara, de causa desconocida, autolimitada y febril, que afecta principalmente a los niños, y que produce importantes alteraciones de los vasos sanguíneos.

Causas de la enfermedad de Kawasaki

Por: Marta Talise

Licenciada en medicina y análisis clínico

Por: Dr. Pablo Rivas

Especialista en medicina interna

Actualizado: 27 de enero de 2025

Hasta el momento, la causa de la enfermedad de Kawasaki es desconocida; sin embargo, varias evidencias científicas han permitido plantear diferentes hipótesis sobre el agente causal de la enfermedad, y se cree que resulta de una combinación de factores genéticos, ambientales y una respuesta inmunológica anómala a ciertos estímulos externos, posiblemente infecciosos, como ciertos virus o bacterias que podrían actuar como desencadenantes y producir la enfermedad solo en individuos genéticamente predispuestos. Esto se basa en la observación de que la enfermedad tiende a presentarse con mayor frecuencia en invierno y primavera, épocas asociadas a infecciones respiratorias. Sin embargo, no se ha identificado un agente infeccioso específico como causa directa. Entre estos factores se mencionan:

  • Virus Epstein-Barr.

  • Parvovirus B19.

  • Bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes mediante la producción de toxinas.

  • Lactobacillus casei.

  • Coronavirus NL-63.

  • Citomegalovirus.

  • Mercurio.

  • Exposición a ciertos productos para limpiar alfombras.

PUBLICIDAD

La enfermedad de Kawasaki es más común en niños de origen asiático, sobre todo en Japón y Corea, lo que sugiere una predisposición genética. En este sentido, se han identificado variantes genéticas relacionadas con el sistema inmunológico, como genes asociados a la inflamación, que podrían aumentar la susceptibilidad.

 De forma más limitada, algunos estudios sugieren que también podría estar relacionada con contaminantes ambientales, como la contaminación atmosférica, pesticidas o químicos provenientes de granjas, o factores geográficos, aunque la evidencia aún no es concluyente.

Causas de la enfermedad de Kawasaki

Fases de la afectación cardíaca en la enfermedad de Kawasaki

La fisiopatología de la enfermedad de Kawasaki se caracteriza por ser una vasculitis aguda que afecta a las arterias de mediano calibre, con cierta predilección por las arterias coronarias, aunque también puede afectar a las venas.

PUBLICIDAD

Existen cuatro fases que describen cómo ocurre la afectación cardiaca en la enfermedad de Kawasaki:

  • Fase 1 o fase aguda: 0 a 10 días. Desde el inicio de los síntomas hasta aproximadamente la segunda semana. Se caracteriza por fiebre alta persistente, inflamación generalizada y síntomas clásicos (conjuntivitis, erupciones cutáneas, lengua en fresa, entre otros), y en algunos casos comienza con inflamación de las arterias coronarias. Vasculitis de la capa íntima de las arterias coronarias que llevan oxígeno y nutrientes al corazón, con o sin pericarditis (inflamación del pericardio), miocarditis (inflamación del músculo cardíaco), endocarditis, valvulitis (afectación de las válvulas cardiacas), o afectación del sistema por el que se conducen las señales eléctricas del corazón.

  • Fase 2 o fase subaguda: 11 a 25 días. Desde la resolución de la fiebre hasta la cuarta semana. Entre sus características principales se presentan descamación en manos y pies, junto con síntomas inflamatorios residuales. Vasculitis en todas las capas de las arterias (panvasculitis), con mayor riesgo de formación de aneurismas (dilatación patológica de las arterias coronarias debido al daño inflamatorio de la pared del vaso sanguíneo). Puede haber trombosis dentro de los aneurismas, lo que aumenta el riesgo de isquemia o infarto de miocardio. Y alteraciones en la función ventricular o insuficiencia cardíaca.

  • Fase 3 o de convalecencia: 26 a 30 días. Remisión espontánea de la inflamación de los vasos. Los aneurismas que se desarrollaron durante la fase subaguda pueden persistir o remodelarse. Persistencia de riesgo de trombosis o daño isquémico si los aneurismas no se han resuelto. El riesgo de eventos cardiovasculares disminuye, pero sigue presente en aquellos con aneurismas significativos. Algunas lesiones coronarias pueden progresar a estenosis (estrechamiento de las arterias).

  • Fase 4 o crónica: más de 40 días. A largo plazo, en niños que han desarrollado aneurismas coronarios significativos, que tienen un riesgo continuo de complicaciones como trombosis, infarto de miocardio o enfermedad coronaria prematura en la edad adulta. Cicatrización y estenosis (estrechez), con fibrosis de los territorios que han estado inflamados. Hay una necesidad de seguimiento cardiológico a largo plazo con estudios de imagen avanzados como angiografía por tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM). En ausencia de aneurismas persistentes, la función cardíaca generalmente se normaliza.

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD