Tratamiento y prevención de la enfermedad de Lyme

Actualizado: 28 de junio de 2022
La enfermedad de Lyme es una enfermedad infecciosa, por lo que el tratamiento de la misma se realiza con antibióticos. Se utiliza para ello de forma preferente la doxiciclina, porque es eficaz también para el tratamiento de la anaplasmosis, que puede acompañar a la Borrelia en las garrapatas que transmiten la enfermedad de Lyme. La doxiciclina no se recomienda en niños menores de 8 años ni en mujeres embarazadas o lactantes. Justo al principio del tratamiento puede haber un pequeño empeoramiento clínico por la muerte masiva de las bacterias.
Cómo prevenir la enfermedad de Lyme
Para prevenir la enfermedad la medida más importante es evitar la picadura de garrapatas en las zonas endémicas de enfermedad de Lyme, sobre todo en primavera y verano. Para ello se recomienda usar en los lugares con posible presencia de garrapatas ropas claras, botas altas, guantes y repelentes.
Además, se pueden hacer medidas de control ambiental como segar la vegetación de zonas residenciales, desparasitar los reservorios y el uso de pesticidas y acaricidas.
Tras la estancia en estas zonas se debe revisar todo el cuerpo buscando garrapatas o picaduras. Es importante retirar de forma adecuada la garrapata si la hubiera, con unas pinzas especiales, y desinfectar la zona. Administrar una dosis única de 200 mg de doxiciclina en los dos días siguientes a la mordedura puede evitar la enfermedad.
Actualmente no se recomienda de forma general administrar antibióticos ante los casos de lo que se ha venido a llamar ‘enfermedad de Lyme crónica’, puesto que no se ha demostrado de forma fehaciente que las personas con los síntomas inespecíficos que no están claramente relacionados con la infección mejoren con los antibióticos. En cualquier caso, si se decidiera realizar dicho tratamiento por parte del médico, no se recomienda que sea por más de cuatro semanas.
Creado: 10 de octubre de 2016