Tuberculosis
La tuberculosis es una infección bacteriana, un quebradero de cabeza que lejos de erradicarse es, aún hoy, la segunda enfermedad infecciosa con mayor número de afectados tras el sida, y la más letal. Descubre cómo combatirla.

Diagnóstico de la tuberculosis

Sergio García Escrivá

Por: Sergio García Escrivá

Licenciado en Farmacia

Actualizado: 23 de septiembre de 2022

Cuando se acude a la consulta con síntomas que pueden indicar tuberculosis, el médico hará una serie de preguntas encaminadas a conocer la duración del problema, si el paciente ha estado o no en contacto con enfermos de tuberculosis y durante cuánto tiempo. Además, encargará varias pruebas para corroborar el diagnóstico de tuberculosis, ninguna demasiado compleja, como análisis del esputo (flemas) y radiografía de tórax.

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El análisis de las flemas en el laboratorio es especialmente importante (la flema es el mecanismo de expulsión de las bacterias y, por ello, aparecerán en ella). La radiografía mostrará el estado del paciente. Si ya han aparecido los huecos en el pulmón mencionados en el apartado Síntomas, se considera que la enfermedad se encuentra en una fase avanzada que requiere tratamiento inmediato, y puede significar que el paciente es potencialmente contagioso.

Radiografía de tórax para la tuberculosis

Cómo es la prueba de la tuberculina

Otra prueba muy habitual para detectar el contagio de tuberculosis es la prueba de la tuberculina, que consiste en inyectar bajo la piel un derivado de una proteína de la bacteria, que es inofensivo, y estudiar posteriormente la reacción de la piel. La interpretación del resultado debe realizarla un profesional, ya que tanto el positivo como el negativo pueden tener distintas interpretaciones. Tras la prueba, no hay que rascarse el brazo aunque pique; en ese caso se puede aplicar una gasa fría para aliviar el picor, pero sin tocar el pinchazo, ya que podría alterar el resultado de la prueba.

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Si el paciente ha sido vacunado contra la bacteria (vacuna BCG), o ha estado en contacto con otra micobacteria del ambiente no-tuberculosa, puede dar positiva la reacción (Falso Positivo, porque en realidad no presenta la infección). Por otro lado, a pesar de haber contraído la bacteria de la tuberculosis, el resultado puede aparecer negativo (Falso Negativo) si el contacto ha sido reciente. Suelen necesitarse entre dos y ocho semanas para que el organismo reaccione a la prueba; por ello, suele repetirse a los dos meses, para corroborar el resultado.

Diagnóstico de la tuberculosis

Si el médico concluye que el paciente tiene tuberculosis y que la bacteria ha permanecido en su organismo un tiempo importante, será necesario conocer las personas con las que se ha relacionado, para instaurar un tratamiento preventivo y tratar de impedir que la enfermedad llegue a desarrollarse en ellas.

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Creado: 4 de agosto de 2010

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