El Reino Unido registró más de nueve mil nuevos casos de tuberculosis en 2009, la tasa más alta en los últimos 30 años. Un informe elaborado por la Agencia de Protección de la Salud del Gobierno británico (HPA por sus siglas en inglés) también indica que se ha duplicado el número de pacientes con tuberculosis multirresistente.

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El doctor Ibrahim Abubakar, director de vigilancia de la tuberculosis de la HPA, opina que resulta preocupante este incremento, que demuestra que no se trata de una enfermedad del pasado, y que es imprescindible establecer estrategias que permitan un diagnóstico temprano para evitar la extensión de la infección.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que la tercera parte de la población mundial está infectada con Mycobacterium tuberculosis, y estima que uno de cada diez infectados desarrollará la forma activa y contagiosa de la enfermedad a lo largo de su vida, y que los pacientes con tuberculosis activa infectarán a un promedio de 10 a 15 personas anualmente si no son tratados apropiadamente.

El 50% de los enfermos que no reciben tratamiento mueren a causa de esta enfermedad que, después del sida, es la infección que causa más muertes en el mundo.

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Tuberculosis en España

En España, según la OMS, un tercio de los casos de tuberculosis no se notifican, y este organismo estima que en 2007 hubo 13.000 nuevos casos frente a los 6.546 referidos por la Red de Vigilancia Epidemiológica.

En 2008, de acuerdo con datos publicados por la OMS, se notificaron en España 76 casos de tuberculosis multirresistente, que resultan más difíciles de tratar. Las resistencias a los fármacos se desarrollan cuando no se sigue correctamente el tratamiento indicado, o cuando este tratamiento es inadecuado. También ocurre cuando el paciente es infectado por un enfermo portador de una cepa multirresistente.

La inmigración y los viajes al extranjero han importado cepas resistentes a los fármacos que se emplean principalmente en el tratamiento de esta enfermedad, llegando a originarse casos de tuberculosis extremadamente resistente cuando tampoco responde al tratamiento con fármacos de segunda línea (como las fluoroquinolonas), lo que podría agotar las posibilidades terapéuticas.

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Actualizado: 17 de enero de 2017

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