Pez rojo o carpa dorada, un clásico milenario en tu acuario

La cría del pez rojo se remonta al siglo IV a. de C. en la milenaria China, donde era considerado un pez sagrado.
Actualizado: 14 de noviembre de 2025
El carpín o carpa dorada, Carassius auratus para los entendidos, o pez rojo para casi todo el mundo, es uno de los peces con mayor tradición acuarista. La cría del pez rojo se remonta al siglo IV a. de C. en la milenaria China, donde era considerado un pez sagrado. En el siglo XII el emperador lo convierte en su mascota, cuidando personalmente a sus peces rojos. Posteriormente, en el siglo XVI, los japoneses toman el relevo y comienzan a seleccionar mutaciones que han dado lugar a las múltiples variedades que encontramos hoy día.
Por qué elegir un pez rojo como mascota
En la actualidad, el pez rojo se cría a escala industrial en numerosos países y puede verse en infinidad de acuarios porque:
CARNET ZOOLÓGICO
- Orden: Cypriniformes.
- Familia: Cyprinidae.
- Género: El per.
- Hábitat: pantanos y lagos de Asia, Europa y América.
- Vida media: 2-3 años.
- Temperatura del agua: 18º a 23°.
- Tamaño: hasta 22-25 cm.
- Origen: Asia.
Coste y mantenimiento
- Ejemplar: de 3 a 12 euros, según tamaño y variedad.
- Alimentación: de 4 a 6 euros cada mes.
- Gastos de hábitat: acuario (60 litros más complementos), a partir de 100 euros.

Cuando compres tu pez rojo fíjate en que nade de manera regular y que no permanezca siempre en el fondo o próximo a la superficie.
Consejos para la compra de un pez rojo
Si te has decidido a adquirir ejemplares de pez rojo para tu acuario casero, estos son los puntos en los que debes fijarte para acertar en su elección:
- Ten previamente asignado el espacio donde instalarás el acuario y hazte con los complementos necesarios: tanque, filtro, grava...
- Dirígete a un comercio especializado. Evita los puestos ambulantes que no ofrecen ninguna garantía.
- Elige ejemplares de tamaño normal; ni muy gruesos ni demasiado delgados.
- Observa que naden de manera regular, que no permanezcan siempre en el fondo o próximos a la superficie.
- Descarta los que presenten algún tipo de lesión, tanto en su piel como en las aletas.
Qué necesitarás para el mantenimiento del pez rojo
- Un tanque con un volumen en función del tamaño del pez: por cada centímetro del pez necesitarás unos cuatro litros de agua.
- Grava de río como sustrato y un filtro de fondo para el agua.
- Un pH neutro, entre 7 y 7,5; la dureza del agua media, entre 8 y 18 dGH, y la temperatura en torno a los 18 a 23° C. Una variación de temperatura puede hacer que el pez pierda su color de manera irreversible.
- Una fuente luminosa no muy intensa. Puedes utilizar lámparas fluorescentes estancas, u optar por una iluminación natural. Pero no expongas el acuario a la luz directa del sol porque podría calentar el agua y tener efectos letales para los peces.
- Estar acompañado, pero no con otras especies ya que, aunque son peces sociables, no son muy dados a tolerar la compañía de otros colegas.

El pez rojo es omnívoro, y una alimentación rica y variada le garantiza una larga vida.
Alimentación, salud e higiene del pez rojo
Una buena alimentación e higiene es la clave para conservar la salud de los peces rojos. Pero en situaciones de estrés (superpoblación, cambios de temperatura…) pueden aflorar enfermedades como:
- Podredumbre de las aletas: el tejido de las aletas se degrada y termina desapareciendo a causa de una infección en la que intervienen bacterias como Pseudomonas y aeromonas; las aletas y cola se desintegran, de manera que el pez rojo ya no puede nadar. Una falta de renovación del agua puede ser el desencadenante de este mal. Conviene consultar al especialista cuál es el tratamiento más adecuado.
- Tuberculosis: muy extendida entre los peces de acuario, pero sólo en ocasiones llega a ser mortal. Una invasión de Mycobacterium hace que el pez pierda el apetito, palidezca, adelgace rápidamente, y presente los ojos saltones. A veces el pez muere sin haber mostrado síntoma alguno. Mucho cuidado con esto porque puede contagiar a las personas; así que lávate bien las manos después de manipular los peces o accesorios.
- Columnariasis: uno de los síntomas es que aparecen vellosidades blanquecinas en torno a la boca, aletas, branquias, y otras zonas del cuerpo del pez rojo. El culpable de este desaguisado es el Flexibacter columnaris, que puede extenderse por todo el cuerpo ocasionando la muerte del animal. No hay que esperar: al más mínimo indicio, recurre a un especialista.
Alimentación: qué come el pez rojo
Una alimentación rica y variada garantiza una larga vida al pez rojo. En la naturaleza, este omnívoro encuentra insectos, moluscos, crustáceos y larvas, y mordisquea la vegetación acuática. En el acuario es necesario que le proporciones un menú variado que le aporte todos los nutrientes. Para ello existe comida preparada en forma de elaborados comerciales específicos para los peces rojos; es mejor que elijas los que se presentan en forma de copos.

Alimento fresco: de vez en cuando es conveniente que le suministres trocitos de vegetales, espinacas, borraja, o ralladura de zanahoria, que le ayudarán a mantener sus colores. También puedes añadir yema de huevo duro, trocitos de carne, o alimento vivo como larvas.
Prohibido darles pan, dulces, o queso; estos peces son muy glotones y comerán sin precaución estos alimentos, que pueden ser muy perjudiciales para su salud.

Para criar peces rojos con seguridad adquiere un número elevado de ejemplares para que se formen parejas.
Cría y reproducción del pez rojo
Los peces rojos no tienen un claro dimorfismo sexual, pero existe una pequeña diferencia que los distingue: el abdomen de la hembra es más convexo y el del macho más cóncavo. Sin embargo, para criar con seguridad adquiere un número elevado de ejemplares para que se formen parejas; debes tener en cuenta que:
Creado: 19 de junio de 2015












