Síndrome de Reye y su relación con la aspirina
El síndrome de Reye es una enfermedad con frecuencia mortal que afecta al hígado y el cerebro de los niños. Asociado popularmente a la toma de aspirina, en realidad se debe más a infecciones y problemas metabólicos.

Causas del síndrome de Reye

Dr. Alfredo Tagarro

Por: Dr. Alfredo Tagarro

Pediatra en el Hospital Infanta Sofía de Madrid

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

La teoría sobre las causas del síndrome de Reye es que el cuerpo responde de una manera anormal a algunas infecciones como la gripe o la varicela, dañando sus propias mitocondrias; en especial en el hígado y en el cerebro. Las mitocondrias son una parte de la célula encargada de crear energía a través de la glucosa. Una de las razones que hace este síndrome tan temido es que los niños afectados por el Reye son críos en principio previamente sanos. No obstante, hay datos que sugieren que podrían ser niños con trastornos metabólicos subclínicos que, ante un estímulo determinado como una infección, podrían desequilibrarse desencadenando el síndrome de Reye.

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En niños con factores de riesgo para padecer síndrome de Reye, tal vez la aspirina u otros fármacos (metoclopramida, zidovudina, ácido valproico, antieméticos) podrían potenciar este daño. La hipoglucemia por la lesión hepática y el aumento de tóxicos no depurados por el hígado harían progresar el problema.

En el síndrome de Reye hay, sin duda, factores relacionados con el metabolismo. Algunas enfermedades como los defectos de la oxidación de los ácidos grasos pueden presentarse exactamente con los mismos síntomas que un síndrome de Reye, por lo que se cree que un porcentaje de niños diagnosticados de Reye podrían tener en realidad una enfermedad del metabolismo intermediario, como los defectos de la oxidación de los ácidos grasos, déficit de carnitina, o el déficit de la deshidrogenasa de la acil-coenzima A.

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También algunas intoxicaciones, como la intoxicación por aflatoxinas o por setas, pueden dar cuadros parecidos por la insuficiencia hepática. De ahí la importancia de llegar a un diagnóstico correcto de la enfermedad, a pesar de la dificultad que existe para concretarlo.

Creado: 17 de diciembre de 2013

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