El hipo, causas y cómo quitarlo

Actualizado: 25 de marzo de 2023
El hipo, que en medicina se denomina singulto, consiste en un sonido inspiratorio que se produce como consecuencia de la contracción brusca, involuntaria, e intermitente del diafragma (un músculo que se encuentra en la base de los pulmones) que hace que la epiglotis se cierre, provocando el típico sonido hic.
El hipo, que suele comenzar sin razón aparente y generalmente desaparece en pocos minutos, puede afectar a personas de todas las edades; de hecho, hasta los fetos pueden tener hipo, y es muy común en los bebés hasta los seis meses de edad, lo que suele preocupar a los padres primerizos.
Si dura menos de 48 horas se considera ataque de hipo o hipo recurrente, se denomina persistente si dura más de 48 horas pero menos de un mes, y se diagnostica como refractario o rebelde si se mantiene durante más de un mes, en cuyo caso es necesario consultar al médico para que investigue sus posibles causas.
¿Por qué tenemos hipo?
El diafragma desciende cuando inhalamos para que los pulmones se llenen de aire, y sube cuando exhalamos para facilitar la salida de aire de los pulmones. Cuando este mecanismo se altera y el diafragma sube o baja antes de lo normal, la respiración se hace diferente, provocando el hipo.
El hipo suele ser un trastorno pasajero y benigno, que apenas dura unos minutos y se resuelve espontáneamente, pero en casos excepcionales puede durar días, semanas, o meses, convirtiéndose entonces en hipo refractario o rebelde, que necesita atención médica porque puede tener su origen en alteraciones gástricas, torácicas, metabólicas o neurológicas, e incluso ser un síntoma de enfermedades como úlcera de estómago, esofagitis o pancreatitis, entre otras.
Algunas posibles causas del hipo son:
Cómo detener el hipo
No existen medidas específicas ni demostradas científicamente para frenar o quitar el hipo, y lo que para algunas personas resulta efectivo, a otros no les ayuda en absoluto, pero algunas sugerencias que podrías probar son:
Otra opción es utilizar el HiccAway, una especie de pajita que ha demostrado ser capaz de acabar con el hipo en el 92% de los casos estudiados, en tan solo uno o dos intentos. Para ello utiliza la herramienta de deglución y succión inspiratoria forzada o FISST, que al aspirar agua por ella estimula el nervio frénico y vago, suprimiento los espasmos del diafragma.
El hipo en los bebés
En el caso de los bebés, los expertos explican que no hay remedios para detener el hipo y hay que esperar pacientemente a que se les pase de forma espontánea. Se considera inofensivo para los pequeños, pero si el niño tiene ataques de hipo frecuentes o muy prolongados (media hora o más) es conveniente consultar con el pediatra para descartar que se trate de algún problema de tipo digestivo, respiratorio o neurológico.
Curiosamente, en el caso de los neonatos el hipo podría cumplir una función, ya que un estudio realizado por científicos del Departamento de Investigación en Neurociencia, Fisiología y Farmacología del University College de Londres (UCL) descubrió que cada vez que un recién nacido tiene hipo se desencadena una gran oleada de señales cerebrales que podrían ayudar a que el bebé aprenda a regular su respiración.
La investigación, publicada en Clinical Neurophysiology, incluyó a 13 bebés recién nacidos que tenían hipo persistente. Los niños eran tanto prematuros como nacidos a término –con una edad gestacional de entre 30 y 42 semanas– y se les realizaron electroencefalogramas para registrar su actividad cerebral, colocándoles electrodos en el cuero cabelludo.
Creado: 5 de octubre de 2009