Prosopagnosia, el extraño fenómeno de ‘ceguera facial’

La prosopagnosia o 'ceguera de rostros' es un extraño trastorno que impide recordar las caras conocidas, porque el cerebro no es capaz de interpretar la información que recibe a través de la vista.
Mujer con parte de los rasgos faciales difuminados
Las personas con prosopagnosia no reconocen los rostros.
Eva Salabert

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 13 de julio de 2022

La prosopagnosia es un tipo de agnosia visual que consiste en la imposibilidad de reconocer los rostros de las personas conocidas, aunque se trate de familiares y amigos. El afectado ve y reconoce las distintas partes de la cara, pero no puede recordar su ubicación ni identificar de quién se trata.

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La prosopagnosia es en realidad una especie de desconexión entre la vista y el cerebro. Los ojos funcionan correctamente y son capaces de ver las distintas partes que componen un rostro –boca, nariz, ojos, cabello– y que son las características que nos permiten recordarlo, pero el cerebro se muestra incapaz de interpretar la información que recibe a través del sentido de la vista, e impide que el sujeto reconozca a otras personas.

Tal vez por ello a este trastorno se le conoce como faceblindness o ‘ceguera de rostros’. Las personas que nacen con este problema suelen desarrollar técnicas adaptativas para reconocer a otros individuos por su voz, la ropa que visten, o sus ademanes, y a veces no se dan cuenta de que sufren prosopagnosia hasta que llegan a adultos. 

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Recientemente, el actor Brad Pitt reconocía en una entrevista para GQ padecer prosopagnosia. Según el Dr. James Galvin, director del Centro Integral para la Salud Cerebral de la Universidad de Miami, se calcula que alrededor del 2,5% de los bebés y niños pequeños nacen con esta afección neurológica extraña.

Prosopagnosia: síntomas y características principales

La prosopagnosia, para la que en la actualidad no se dispone de tratamiento, se distingue por las siguientes características:

  • Este trastorno puede ser congénito –se nace con él–, o adquirido, a consecuencia de un traumatismo craneal, un derrame cerebral, o como consecuencia de una enfermedad neurodegenerativa, como el alzhéimer. En los casos de lesión cerebral todo apunta a un daño en una parte del cerebro llamada giro fusiforme, que se considera una estructura clave para la interpretación visual de alto nivel, como el reconocimiento facial y de objetos.
  • En los casos más graves, el paciente no puede reconocer ni siquiera su propio rostro, y es frecuente que esta afección vaya asociada a otros problemas neurológicos.
  • Aunque su principal característica es la incapacidad para reconocer rostros conocidos, los pacientes pueden llegar a identificar a familiares o amigos si poseen algún rasgo distintivo característico –un lunar, un tic, barba, unas gafas llamativas– que les facilite la tarea.
  • Los afectados sí recuerdan las características propias de sus allegados y seres queridos, como la voz, el olor, el cabello o el tono de la piel, lo que no pueden recordar es la cara ni la ubicación de las distintas partes del rostro (nariz, ojos, boca…).
  • En el caso de los niños con prosopagnosia, estos pueden tener dificultades para seguir las tramas de los programas de televisión y las películas porque tienen problemas para reconocer a los diferentes personajes. Sin embargo, les va mejor con los dibujos animados porque los personajes suelen estar dibujados de forma sencilla con rasgos y atuendos claramente definidos que repiten en cada escena.
  • La prosopagnosia ha sido considerada una enfermedad extremadamente rara, porque muchos enfermos ignoraban que lo estaban, o no acudían al especialista a consultar su problema. En la actualidad se estima que afecta al 2,5% de la población.

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Creado: 5 de septiembre de 2013

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