La demencia es un deterioro crónico de al menos tres funciones superiores (al inicio, ya que finalmente suele alterar todas las funciones intelectuales), adquirido (principal diferencia con el retraso mental, ya que este suele presentarse desde la niñez), y con un nivel de conciencia y atención normales (a diferencia del delirium, en el que hay disminución del nivel de conciencia). Dicho de otra forma, se trata de una pérdida progresiva de memoria y del resto de funciones cognitivas, preservando el nivel de conciencia, pero con una evidente desadaptación del individuo a su entorno. El diagnóstico suele darse cuando el paciente lleva unos tres meses presentando un conjunto de signos y síntomas que responden a estas alteraciones.

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Las demencias comprometen facultades intelectuales de los afectados como el lenguaje, la memoria y la destreza visuoespacial, así como su capacidad emocional y su personalidad. El deterioro cognitivo leve puede preceder en muchos casos a la demencia, progresando en torno a un 10% anual de una situación leve a la instauración de una demencia.

La forma más común de demencia es la enfermedad de Alzheimer, que constituye alrededor de un 70% de todas las demencias.

La demencia es un trastorno relacionado íntimamente con la edad. Afecta al 2% de las personas a partir de los 65-70 años, y al 20% de los mayores de 80 años. Es la principal causa de incapacidad a largo plazo en la tercera edad, lo que supone un importante problema de salud pública, teniendo en cuenta el incremento de la esperanza de vida en las sociedades desarrolladas. Esto ha hecho que su prevalencia sea superior a épocas pasadas, pues la población anciana supera en cifras a la de hace medio siglo. Actualmente más de 50 millones de personas en el mundo padecen algún tipo de demencia, con un aumento de más de 7 millones de nuevos casos por año. Para 2050 se estima que esta cifra supere los 150 millones, según datos de la OMS.

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En cuanto al género, parece que la forma alzhéimer va ligeramente más ligada al sexo femenino, mientras que otros tipos de demencia, como la vascular es algo más frecuente en varones.

Su tratamiento en la mayoría de los casos radica en el control de los síntomas y en terapias cognitivas y de conducta, dado que no existe una terapia curativa actualmente ni una prevención bien establecida de la mayoría de los tipos de demencia

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Creado: 10 de diciembre de 2010

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