Anticonceptivos durante la lactancia materna
Quedarte embarazada mientras amamantas a tu bebé es posible. Si quieres evitarlo, debes conocer qué métodos anticonceptivos son compatibles con la lactancia materna y cuáles no lo son, así como sus claves de uso.

Métodos anticonceptivos de barrera durante la lactancia materna

Amparo Luque

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Para evitar ese embarazo que se podría producir durante el período de amamantamiento tenemos que buscar un método anticonceptivo que no sea perjudicial ni para la madre, ni para el bebé, y que no interfiera en la lactancia. En primer lugar podemos recurrir a los denominados ‘métodos de barrera’, que son los más recomendables porque no tienen implicaciones hormonales. Además, son bastante sencillos de utilizar y presentan la ventaja de que no alteran la leche, aunque algunos de ellos tienen ciertas particularidades de uso en esta etapa.

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El preservativo parece ser la opción más adecuada, y se utiliza del mismo modo que antes de la gestación. Desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) indican que se trata de un método de elección, y que es posible mejorar su eficacia y utilidad si se asocia su uso con espermicidas locales, cremas u óvulos apropiados que, además, facilitan la penetración, evitando las molestias que con frecuencia siente la mujer al reiniciar las relaciones sexuales tras el parto.

El uso del preservativo femenino también sería adecuado en este período de lactancia, a pesar de que requiere de adiestramiento para su correcta y eficaz colocación.

Métodos anticonceptivos durante la lactancia materna

Hay que puntualizar que en el caso de combinar los preservativos con espermicidas (que se recomienda que vayan asociados a los métodos de barrera y no se usen de forma aislada), estos no suponen problemas para el bebé, porque aunque una parte se absorba a través de la leche materna, no se han demostrado efectos secundarios en los pequeños, tal y como tranquilizan desde el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

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En cuanto al diafragma, los profesionales ginecológicos de la SEGO advierten sobre su uso porque el cuello del útero sufre modificaciones posparto que deben ser consideradas, y además la situación hormonal asociada a la lactancia provoca sequedad en la vagina, por lo que es conveniente utilizar lubricantes espermicidas que faciliten su colocación y aumenten su seguridad”. Por ello, se han de usar con mucho cuidado, y preferiblemente sólo si ya había un hábito previo al embarazo. Eso sí, suele ser necesario revisar la talla, para elegir la más apropiada en este momento.

Respecto al DIU, es un método útil y eficaz que no interfiere en la producción láctea, ni en la composición de la leche materna, pero también tiene unas indicaciones particulares en el caso del puerperio. No se debe colocar hasta que no haya transcurrido un tiempo prudencial, ya que existe un mayor riesgo de que se desplace de la cavidad uterina o se expulse, debido a las fuertes conracciones uterinas que se producen por efectos de la oxitocina generada durante el amamantamiento. Además, la menor consistencia de la pared del útero aumenta el riesgo de perforación al colocarlo. En este sentido, la SEGO aconseja esperar entre 6-8 semanas tras el parto, mientras que la Asociación Alba Lactancia Materna lo alarga hasta los tres meses después del alumbramiento, porque la matriz puede estar todavía muy aumentada de tamaño.

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Por su parte, desde el Instituto Chileno de Medicina Reproductiva resaltan como ventaja que es más fácil y menos doloroso insertarse y usar el DIU durante el amamantamiento, que en los casos de las mujeres que no practican lactancia materna.

Creado: 12 de diciembre de 2016

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