Laura Vidal

Escritora y divulgadora sobre el duelo animal, y autora de ‘Cuando ya no estás’
El duelo por la muerte de un animal está marcado por la incomprensión. Laura Vidal, autora de ‘Cuando ya no estás’, nos explica qué necesita una persona que ha perdido a un animal de compañía y qué frases debemos evitar.
Laura Vidal
“Cuando se muere un familiar o un amigo la gente se vuelca en tu dolor, pero cuando es un animal el que fallece no se entiende el duelo de la misma forma”

14/10/2021

No estamos preparados para la muerte. Cerramos los ojos a lo evidente, como si haciéndolo pudiéramos evitarlo. Y lo hacemos cuando se trata de otras personas, de nosotros mismos, pero también cuando hablamos de animales de compañía con los que tenemos un vínculo estrecho. En estos duelos, además de esa negación, nos enfrentamos a la incomprensión del entorno, que ven la pérdida de una animal como una pérdida menor. Laura Vidal, escritora y divulgadora sobre el duelo animal, lleva años acompañando a personas en el camino del duelo por un animal. Un camino marcado por frases desafortunadas e incomprensión. Ahora publica Cuando ya no estás (Vergara), un libro con el que desde su propia experiencia trata de ayudar a personas que han perdido a un animal de compañía y no saben cómo pueden transitar el duelo de la mejor forma posible.

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Cambiaste tu trabajo de auxiliar veterinaria para dedicarte a acompañar a personas en el proceso de duelo por la pérdida de sus animales de compañía. ¿Qué similitudes encuentras con el duelo en humanos?

Libro: cuando ya no estás

Encuentro que es muy parecido en cuanto a cómo lo vive el doliente. Cuando una persona tiene una relación muy fuerte con un animal, el duelo puede ser prácticamente igual que el que se puede transitar por una persona. Por ejemplo, hay personas que yo he acompañado que eran mayores y que vivían solas con su perrito. El duelo en estos casos es tremendo. Quizás la diferencia más grande viene del entorno. Cuando se muere un familiar o un amigo la gente se vuelca en tu dolor, pero cuando es un animal el que fallece no se entiende el duelo de la misma forma. Hay una idea general de que ante estas pérdidas se debe pasar página rápido y no se entiende el dolor que pueden provocar. Esto hace que la persona que está en duelo se encierre en sí misma, y se ponga una máscara ante los demás, lo que complica bastante la elaboración del duelo.

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Cuentas en el libro que frases como “es solo un perro”, “no seas tan exagerada”, “no es el fin del mundo”, “ha pasado una semana, ya deberías estar mejor, ¿no?”, son las más habituales cuando se sufre una pérdida. También cuando muere una persona se dicen cosas de este estilo en muchas ocasiones: “eres muy joven, ya encontrarás otra persona”, “tienes que estar bien”. ¿No puede ser que realmente no sepamos cómo lidiar con la muerte? ¿Que no estemos preparados para acompañarla?

Hay frases que a la persona que está en duelo le hacen mucho daño. Y sí, es cierto que esas frases se dan muchas veces porque como sociedad negamos la muerte. La ocultamos. Como sociedad no sabemos gestionar ni la muerte de los animales, ni la de las personas. ¿Quién te enseña a gestionar el duelo? No nos enseñan y cuando nos tenemos que enfrentar a ello, no sabemos.

Tenemos que aceptar que la muerte forma parte de la vida y que antes o después llega para todos

Cómo acompañar en el duelo por la muerte de una mascota

“Normalicemos el duelo por nues­tros animales como algo tan na­tural como lo que es; no tengamos miedo a las críticas de quien no nos entiende, pues dice más de ellos que de nosotros”, escribes. Has pasado por varios duelos y en muchos de ellos te has sentido incomprendida. ¿Qué hubieras necesitado en ese momento?

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Cuando estás en duelo una de las cosas que más necesitas es hablar y sentirte escuchada. Cuando tenemos a alguien al lado que está sufriendo tendemos a decir lo primero que nos pasa por la cabeza, a restar importancia para que no sufra, a buscar consejos para animar. La persona que está al lado necesita que la escuchen, muchas veces no necesita que le digamos nada específico. Necesita hablar de lo que ha pasado.

Como sociedad no sabemos gestionar ni la muerte de los animales, ni la de las personas

Hay una etapa en el duelo en la que la persona que lo atraviesa se pregunta: ¿Qué hubiera pasado si…? ¿Y si yo hubiera podido…? Esta etapa es normal y necesaria para llegar a aceptar lo que ha pasado. Y pasar a la siguiente fase del duelo.

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Has hablado de lo que no deberíamos decir y de la necesidad de la escucha pero, ¿qué es lo que sí le deberíamos decir a una persona que ha perdido a un animal de compañía? ¿Qué palabras pueden hacerla sentir mejor?

Simplemente decir: “entiendo tu dolor”. Sin más. No es necesario decir mucho más que eso. Se trata de validar el dolor de la persona que está viviendo un duelo, comprender ese sufrimiento y mostrar nuestro apoyo desde la escucha activa y el cariño.

¿Cómo acompañas el duelo de otras personas?

Yo acompaño una parte del camino. El duelo es un camino muy largo, cuyo recorrido y distancia dependerá de la relación que esa persona tuviera con el animal. Hay gente que puede estar dos años, otras personas seis meses. Las personas necesitan sentirse acompañadas, desahogarse, sentir que es normal lo que están viviendo. Mi trabajo es escuchar, validar todas las emociones que van a ir surgiendo según avanzan.

El camino del duelo dependerá de la relación que esa persona tuviera con el animal

Vivir un duelo no es un proceso matemático. Depende de muchos factores y puede haber retrocesos. Tener herramientas es fundamental para afrontarlo y avanzar.

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Dolor, culpa y sufrimiento en el proceso de duelo

Hablas de la culpa que se puede sentir en el proceso como un sentimiento universal en el duelo por los animales. ¿Por qué?

En los duelos con animales una de las emociones más habituales es la culpa. Yo creo que esto se da porque sentimos a los animales como “niños”. Al final son seres que dependen de nosotros, que no se valen por sí mismos, por lo que nosotros somos sus responsables y nos responsabilizamos de todo lo que les pasa. Tomamos decisiones por ellos. ¿Qué ocurre? Que la culpa es un factor muy corrosivo que cuesta gestionar. ¿Sería el momento para practicarle la eutanasia? ¿Podría haber evitado lo que ha pasado? ¿Tomé la decisión adecuada? Son muchas las preguntas que se hacen las personas en duelo, y en todas hay un sentimiento de responsabilidad. Superar la culpa es algo así como un duelo dentro del duelo.

Las personas necesitan sentirse acompañadas, desahogarse, sentir que es normal lo que están viviendo

¿Te puedes preparar para la muerte de tu animal de compañía?

Muchas veces nos negamos a ver lo que no queremos porque nos produce un gran sufrimiento. Cuando me dicen “nunca me lo imaginé”, “nunca lo pensé”, pienso en lo que nos cuesta mirar a la muerte a la cara. La muerte va a llegar y es algo para lo que nos tenemos que preparar. No podemos cerrar los ojos a lo evidente. Necesitamos informarnos, conocer lo que es la muerte, saber qué fases vamos a pasar en el duelo. En definitiva, aceptar que la muerte forma parte de la vida y que antes o después llega para todos.

En los duelos con animales una de las emociones más habituales es la culpa

Es cierto que por mucho que te prepares la muerte va a ser muy dolorosa, pero no lo pasas igual de mal. Hay una frase que dice: “El dolor es inevitable, pero el sufrimiento lo podemos evitar”. Cuando tienes herramientas se puede gestionar mejor.

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Por último, ¿qué recomendación le darías a una persona que estuviera atravesando el duelo por un animal, pero que se sienta incomprendida?

Le recomendaría que busque a alguien, aunque sea una sola persona, que la entienda. Hoy gracias a Internet tenemos la posibilidad de conocer a otras personas que sufren situaciones similares a las nuestras. También existen charlas, foros y reuniones para tratar asuntos como la muerte de los animales. Y si el dolor es muy grande y nada de esto puede aliviarlo, buscar ayuda profesional.

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