Cómo sobreviven los perros al calor extremo del verano


Actualizado: 31 de julio de 2025
La llegada de la época estival divide a los humanos. Mientras unos la asocian con vacaciones, diversión y actividades al aire libre, para otros significa trabajo estacional, mosquitos o turismo desmesurado. Pero hay algo que experimentamos todos por igual: el calor. Y eso no excluye a nuestras mascotas.
El más fiel amigo del ser humano, el perro, no posee los mismos mecanismos que nosotros para enfrentarse a las altas temperaturas. Entonces, ¿cómo lidian los perros con la canícula del verano?
La homeotermia en los perros
Como seguro sabrán, el perro (Canis familiaris) desciende de los lobos (Canis lupus) que, con algunas excepciones, se distribuyen principalmente por regiones de climas templados y fríos. En el proceso evolutivo de aparición del perro, éste heredó de los lobos el no estar especialmente bien adaptado al calor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que miles de años de cría selectiva han dado lugar a una enorme variedad de razas de perros y cada una de ellas tiene sus características particulares.
Los perros, al igual que nosotros, son animales homeotermos.1 Es decir, controlan su temperatura corporal dentro de un rango estrecho (en su caso, en torno a unos 38,5⁰ C). Esto implica un gasto de energía en mecanismos fisiológicos de termorregulación. Pero, por otro lado, aporta la ventaja de que todos nuestros procesos bioquímicos y fisiológicos pueden ocurrir siempre a la misma temperatura y con la máxima eficiencia.
Otro detalle que debemos tener presente es que todos los seres vivos, incluyendo la bacteria más diminuta o la planta más inmóvil, generamos calor interno como producto de nuestro metabolismo. En otras palabras, el simple hecho de estar vivos implica que somos fábricas constantes de calor.

El jadeo de los perros es el equivalente a la sudoración humana
Cuando las temperaturas aprietan, a nuestro cuerpo le cuesta transferir el calor que producimos al ambiente que nos rodea, por lo que éste se acumula y nos calentamos cada vez más. Si la temperatura ambiente es superior a la corporal, incluso tendemos a captar energía térmica del exterior, sumándose ésta a la que nosotros mismos producimos.
En estas situaciones, la única manera efectiva que puede tener un animal terrestre de enfriarse es mediante evaporación. El agua que haya sobre nuestra piel absorbe parte de nuestra energía térmica para transitar del estado líquido al gaseoso.
Los humanos hemos sabido aprovechar eficazmente este mecanismo, desarrollando miles de glándulas sudoríparas en nuestra piel. Éstas se ponen en marcha cuando nuestro cerebro detecta la posibilidad de que el cuerpo se sobrecaliente, enfriándolo a costa de expulsar agua. La gran mayoría del resto de mamíferos, sin embargo, no han explotado esa posibilidad. Así, los perros tienen una capacidad de sudar muy limitada, y restringida casi exclusivamente a las almohadillas de las patas y a la nariz. Por ello, deben recurrir a una estrategia alternativa: jadear.2
Cuando su perro jadea no es por faltarle al respeto enseñándole la lengua; es su principal manera de termorregular. El calor activa un reflejo nervioso que dilata los vasos sanguíneos en su nariz y lengua, a la vez que induce a producir grandes cantidades de saliva muy diluida.
Una sucesión de rápidas inspiraciones por la nariz y espiraciones por la boca ayudan a evaporar el agua del tracto respiratorio superior, enfriando así la sangre que circula por la zona. Como el proceso depende de una correcta y sincronizada pauta del sistema respiratorio, las razas de perros braquicéfalas (es decir, las de hocico achatado, huesos nasales cortos y narinas reducidas, como los bulldogs, el bóxer o el pekinés) tienen mucha mayor dificultad para reducir su temperatura corporal y corren mayor riesgo de hipertermia.
Aunque sacar su larga lengua de la boca aumenta la superficie húmeda en contacto con el aire, el proceso es mucho menos eficiente que el de humedecer grandes áreas corporales mediante la sudoración. Además, ambas estrategias requieren de un aporte externo de agua para reemplazar la que se ha evaporado, por lo que es importante proporcionarles siempre una fuente abundante de agua fresca cuando hace calor.

¿Pelo sí o pelo no?
Es común pensar que ayudamos a nuestros perros a estar más fresquitos cortándoles mucho el pelo en verano. Tenga en cuenta que el pelaje actúa como un amortiguador de los intercambios de calor entre el cuerpo y el exterior. Si bien es cierto que un pelo más corto puede favorecer la pérdida de calor hacia el aire, también aumenta la ganancia de calor por irradiación de la energía solar. El pelo absorbe mucha de la energía de los rayos solares e impide que ésta llegue a la piel.
Cortar en exceso el pelaje de un perro puede provocarle una hipertermia cuando son expuestos directamente al sol, además de aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Riesgo de ‘shock’ térmico en el perro
Los perros son bastante sensibles al calor en general, aunque algunas razas, como los golden retriever, los labradores o los bull terrier, lo son más que otras.
Por supuesto, al igual que ocurre entre los humanos, los cachorros y los individuos de avanzada edad tienen mayor riesgo de sufrir un shock térmico que ponga en peligro su vida. De hecho, cerca de la mitad de las consultas veterinarias por hipertermia en perros pueden tener un desenlace fatal.3
Un gran problema de los perros es que, cuando los humanos quieren pasar tiempo haciendo actividades de ocio con ellos, se emocionan tanto que les cuesta controlarse. Por ello, somos los dueños los que debemos vigilar la situación: evitar la actividad excesiva en las horas de más calor, así como prolongadas exposiciones directas al sol.
Tengan siempre agua fresca al alcance de su perro, aunque también suelen agradecer una buena ducha o baño a tiempo. Y, por supuesto, nunca, jamás, dejen encerrado a un perro en un coche, aunque sea con las ventanillas semiabiertas y por solo unos minutos. Si seguimos estas simples reglas básicas y aplicamos la lógica, podremos seguir contando con nuestros mejores amigos, verano tras verano, durante unos cuantos milenios más.
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- 1«Qué Es El Homeotermo. Diccionario médico. Clínica U. Navarra». Https://www.cun.Es, https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/homeotermo.
- 2«Panting in Dogs: Unidirectional Air Flow over Evaporative Surfaces». Science, vol. 169, n.º 3950, American Association for the Advancement of Science (AAAS), pp. 1102–1104+.
- 3Dan G O’Neill. «Proposing the VetCompass Clinical Grading Tool for Heat-Related Illness in Dogs». Scientific Reports, vol. 11, n.º 1, Springer Science and Business Media LLC, 2021, doi:10.1038/s41598-021-86235-w.
Creado: 31 de julio de 2025