Hipertensión arterial
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo cardiovascular: afecta a casi la mitad de los hombres y a cuatro de cada diez mujeres. Te contamos cómo mantenerla bajo control y cómo se puede prevenir.

Síntomas y diagnóstico de la hipertensión arterial

Por: Dr. Javier Rosado Martín

Médico de familia

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 13 de mayo de 2025

La hipertensión arterial suele describirse como una “enfermedad silenciosa” porque puede no causar síntomas evidentes durante años y pasar desapercibida hasta para la mitad de los afectados1. Sin embargo, como apuntan desde la OMS2, algunas personas pueden experimentar manifestaciones inespecíficas como cefaleas, sobre todo por la mañana, sangrado nasal, palpitaciones o irregularidades en el ritmo cardíaco, alteraciones en la visión o una sensación persistente de zumbido en los oídos. 

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En casos más avanzados o cuando la presión arterial alcanza niveles muy elevados, pueden aparecer signos más graves como fatiga intensa, náuseas, vómitos, confusión, dolor torácico o temblores musculares. Estos síntomas, aunque no siempre presentes, son señales de alarma que deben motivar una evaluación médica urgente, ya que la hipertensión no controlada puede desembocar en complicaciones serias3 como infartos, ictus hemorrágico o isquémico, insuficiencia cardíaca, arritmias, problemas renales, deterioro cognitivo e incluso muerte súbita.

A pesar de sus riesgos, hay que tener en cuenta que se estima que solo el 42% de los adultos con hipertensión es diagnosticado y tratado4.

Cómo se realiza el diagnóstico de la hipertensión arterial

El diagnóstico de la hipertensión arterial debe hacerse con la medición de la presión arterial (esfigmomanometría) en la consulta o fuera de ésta. Consideraremos las cifras expuestas con anterioridad para establecer el diagnóstico. Para evitar una medición condicionada por estados emocionales alterados, ansiedad por la presencia del médico (“hipertensión de bata blanca”), etcétera, se aconsejan dos métodos5:

  1. La automonitorización de la presión arterial o AMPA: en la que uno mismo con un aparato digital correctamente calibrado y validado se realiza dichas mediciones en su domicilio. 
  2. La monitorización ambulatoria de la PA o MAPA: el dispositivo se coloca en el brazo del individuo durante 24 h y va registrando, cada 20 minutos durante el día y cada 40-60 minutos durante la noche, las distintas cifras de PA registrándolas en un aparato acoplado a la cintura.

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Para la población general, el Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (PAPPS) recomienda tomar la presión arterial al menos una vez hasta los 14 años de edad y, si es normal, repetir la toma cada 4-5 años hasta los 40. A partir de los 40 cada 1-2 años sin límite de edad. Si existiera algún otro condicionante concreto se realizará con la periodicidad que sea procedente, según criterio del médico.

La línea divisoria entre tensión normal y tensión alta es arbitraria, ya que no hay valores que signifiquen riesgo cero, pero si las presiones arteriales se mantienen en cifras superiores a 140/90 mm Hg en varias determinaciones (habitualmente un mínimo de tres) se establece el diagnóstico de hipertensión.

Según la Fundación Española del Corazón6, se considera que la presión arterial es normal cuando los niveles máximos de presión arterial sistólica (máxima) se encuentran entre 120-129 mmHg, y los de diastólica (mínima) entre 80 y 84 mmHg. También se pueden considerar normales cifras más bajas, pero siempre que no provoquen síntomas.

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Respecto a la presión arterial normal-alta sería aquella en la que las cifras de presión arterial sistólica (máxima) están entre 130-139 mmHg, y las de diastólica (mínima) entre 80-89 mmHg. En los pacientes diabéticos, los niveles superiores a 140/85 mmHg también se consideran elevados.

Pruebas complementarias para detectar la hipertensión

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un estudio básico que consiste en la realización de un electrocardiograma, una analítica de sangre para medir valores de glucosa, colesterol, potasio y creatinina (función renal), un análisis de orina donde determinar la presencia de glucosa y proteínas, y un examen del fondo de ojo.

Electrocardiograma

Para el diagnóstico de la hipertensión secundaria se requieren estudios más sofisticados según la causa que se quiera demostrar.

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En cuanto a la detección del riesgo personalizado del paciente hipertenso, se puede realizar una medición del grosor de sus arterias carótidas, una determinación del índice tobillo-brazo (para verificar el daño arterial establecido en las ramas de la aorta) y un ecocardiograma que puede poner de manifiesto el crecimiento y un funcionamiento alterado del corazón como consecuencia de un mal control de la presión arterial.

Últimos métodos para diagnosticar la hipertensión

Se están probando varios métodos que pueden ser útiles para detectar la hipertensión y el consecuente riesgo cardiovascular del paciente. Entre ellos, la ecografía abdominal y cardíaca, la ecografía de carótida y las técnicas de valoración de disfunción endotelial.

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Otra técnica que se está comenzando a implantar en unidades especializadas es la bioimpedancia transtorácica, que permite, además de saber si el paciente tiene hipertensión arterial, cuál es la causa que la origina, lo que facilita la elección del mejor tratamiento para el hipertenso.

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  • 1

    World Health Organization: WHO. “La OMS Detalla, En Un Primer Informe Sobre La Hipertensión Arterial, Los Devastadores Efectos de Esta Afección y Maneras de Ponerle Coto.” World Health Organization: WHO, 19 Sept. 2023, https://www.who.int/es/news/item/19-09-2023-first-who-report-details-devastating-impact-of-hypertension-and-ways-to-stop-it.

  • 2

    World Health Organization: WHO. “Hipertensión.” World Health Organization: WHO, 20 June 2019, https://www.who.int/es/health-topics/hypertension#tab=tab_2.

  • 3
    Jorge Navarro-Pérez. «Recomendaciones Preventivas Vasculares. Actualización PAPPS 2024». Atención Primaria, vol. 56, Elsevier BV, 2024, p. 103123+, doi:10.1016/j.aprim.2024.103123.
  • 4

    World Health Organization: WHO. “Hipertensión.” World Health Organization: WHO, 16 Mar. 2023, https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hypertension.

  • 5
    Reinhold Kreutz, Mattias Brunström, Michel Burnier, Guido Grassi, y Andrzej Januszewicz. «2024 European Society of Hypertension Clinical Practice Guidelines for the Management of Arterial Hypertension». European Journal of Internal Medicine, vol. 126, Elsevier BV, 2024, pp. 1–15+, doi:10.1016/j.ejim.2024.05.033.
  • 6
    «Presión Arterial». Fundación Española Del Corazón, https://fundaciondelcorazon.com/prevencion/riesgo-cardiovascular/hipertension-tension-alta.html.

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