Hipertensión arterial
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo cardiovascular: afecta a casi la mitad de los hombres y a cuatro de cada diez mujeres. Te contamos cómo mantenerla bajo control y cómo se puede prevenir.

Tratamiento de la hipertensión arterial

Por: Dr. Javier Rosado Martín

Médico de familia

Dr. José Antonio Nuevo González

Revisado: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

El tratamiento de la hipertensión puede hacerse mediante dos vías, por un lado la adquisición de hábitos de vida saludables, con especial atención a la reducción del consumo de sal, y por otro lado mediante fármacos (antihipertensivos).

Tratamiento no farmacológico de la hipertensión

Los tres pilares sobre los que debe asentar tanto la prevención como el tratamiento inicial de la hipertensión (HTA) son la dieta, el ejercicio y el abandono del tabaco. Así:

  • La dieta mediterránea se considera la opción más saludable para este fin. En todos los hipertensos se recomienda una restricción moderada de sal, especialmente en individuos ancianos y de raza negra, que responden mejor a la disminución de sal. Por tanto, el consumo de sal no debe superar los 3-4 g/día, considerando también los alimentos con “sal oculta”, no sólo la que incorporamos en su elaboración. Igualmente, la reducción de peso si este fuera excesivo también es un aspecto fundamental, si bien una reducción de 5-10%, al menos como planteamiento inicial, puede ser un objetivo mucho más asequible que intentar conseguir el peso ideal.
  • La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) es otra buena opción dietética para conseguir la ansiada reducción de ingesta de sal en tus menús diarios. Su objetivo es reducir los niveles de sodio en la alimentación por debajo de 3,3 g (en la dieta DASH normal) o de 1,5 g cuando hablamos de la dieta DASH baja en sodio. Por otro lado, se incrementa la ingesta de minerales con potencial para mejorar los niveles de presión arterail como potasio, calcio y magnesio. Para seguirla se priorizan las verduras y frutas de temporada, las legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas, una mayor ingesta de lácteos, y se opta por pescados y carnes bajas en grasa. En este enlace tienes raciones, consejos y un menú para poner en práctica la dieta DASH.
  • El ejercicio moderado y ajustado a cada individuo debe ser la herramienta para combatir el sedentarismo y la obesidad, directamente involucrados en la aparición de hipertensión. Para frenarlos se recomienda una media de 30 minutos de actividad aeróbica diaria (andar a paso ligero, nadar, correr, montar en bicicleta…). Otras actividades, como el yoga, el pilates, e incluso el fútbol, puedes ayudar a controlar la presión arterial. Además, practicar ejercicio físico reduce la presión arterial nocturna, clave pues para reducir el riesgo cardiovascular. En este enlace tienes algunos ejercicios ideales para hipertensos.
  • Finalmente, el tabaquismo debe abandonarse con firmeza si se quiere prevenir la enfermedad cardiovascular en general, y la hipertensión arterial en particular. En este enlace puedes descubrir cómo mejora todo tu cuerpo al dejar de fumar.
Andar para reducir la hipertensión arterial

Tratamiento farmacológico de la hipertensión

El beneficio del tratamiento farmacológico es máximo en los pacientes de alto riesgo, es decir, los que tienen cifras de presión arterial más altas, o los que presentan otros factores de riesgo asociados, como tabaquismo, diabetes, colesterol, obesidadEn la actualidad existen muchas y muy diferentes opciones terapéuticas para tratar la hipertensión. No olvidemos que la dieta, el ejercicio y el abandono del tabaco son las primeras medidas a tomar, y que se deben mantener a pesar de iniciar un tratamiento con fármacos.

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Existen diferentes tipo de fármacos antihipertensivos, como:

  • Diuréticos.
  • Inhibidores del sistema renina angiotensina (IECA).
  • Antagonistas de los receptores de angiotensina (ARA-II)
  • Calcioantagonistas.
  • Betabloqueantes.

El médico indicará el tratamiento que considere más apropiado a las circunstancias concretas del paciente para el control de la presión arterial, habitualmente con una sola pastilla. Este puede ser el tratamiento a largo plazo de un hipertenso, aunque en aquellos en los que no se consiga el objetivo, o en los que aparezcan algunas de las complicaciones descritas, se añadirán otros fármacos. 

Alimentación para reducir la hipertensión arterial

Asimismo, debe complementarse el tratamiento de la HTA con el de otras circunstancias que acompañen al afectado, como la diabetes, la hipercolesterolemia o las enfermedades cardiacas o renales que puedan ir apareciendo.

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El cumplimiento del tratamiento es de vital importancia, pues la reducción del riesgo de sufrir complicaciones va estrechamente ligada a las cifras de presión arterial. Y no debemos abandonar el tratamiento una vez conseguidas cifras normales. En el caso de que se presenten efectos secundarios, estos suelen ser leves, pero si hay dudas es imprescindible consultar con el médico antes de modificar o suspender el tratamiento.

Tratamiento de la hipertensión arterial secundaria

Cuando se detecte la estenosis o estrechez de una arteria renal como causa de hipertensión arterial, la colocación de un stent puede ser la solución definitiva de ese paciente.

De igual forma, si existiera un tumor en las glándulas suprarrenales como causa de HTA, la intervención quirúrgica para su extirpación conseguiría el control de la enfermedad, incluso sin necesidad de medicación.

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Creado: 13 de julio de 2010

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