Caballo árabe, una raza versátil y elegante
El caballo árabe es una de las razas más puras y con mejores aptitudes físicas del mundo. Son animales de gran belleza, muy inteligentes y de gran aguante físico, aptos tanto para ocio o deporte como para trabajo.

Salud y reproducción del caballo árabe

Cría y hembra de caballo árabe

El potro de caballo árabe requiere pocos cuidados extra, salvo ser amamantado durante unos seis o siete meses.

Por: Diana Oliver

Periodista especializada en vida sana, maternidad e infancia y mascotas

Actualizado: 3 de abril de 2024

Salud del caballo árabe: principales problemas y cómo evitarlos

Pese a que el caballo árabe es un animal fuerte y que goza, en general, de buena salud, es fundamental que mantengamos unos cuidados adecuados para contribuir a que el equino viva de forma óptima, y con los mínimos achaques, una media de treinta años. Es conveniente recordar que debe realizarse una visita al dentista anualmente para comprobar el estado de su salud bucodental, así como mantener las revisiones veterinarias al día, ofrecerle la higiene y la alimentación correcta (acorde a su edad, actividad y peso) y, por supuesto, no olvidarnos que la realización de ejercicio es fundamental para nuestro caballo.

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Es importante, además, realizar a menudo reconocimientos visuales para comprobar que el cuadrúpedo no se ha dañado externamente ni sufre lesión alguna, así como para observar que no presenta signos evidentes de enfermedad. Examina la piel de tu caballo regularmente en busca de cortes, abrasiones, o signos de infección o parásitos. Presta atención especial a áreas bajo el equipo de montar, donde la fricción puede causar irritación.

Entre las enfermedades propias de la raza de caballo árabe se encuentra la abiotrofia cerebelar, una enfermedad neurológica hereditaria que no tiene tratamiento, pero de sencilla prevención a través de la selección de progenitores que no porten ese gen. Esta patología se diagnostica ya en los primeros meses de vida del animal (entre los seis meses y los tres años) a través de unos síntomas muy claros entre los que destacan los temblores de cabeza, la falta de percepción del espacio y de la distancia o la dificultad para mantener la coordinación y de equilibrio.

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En este tipo de caballo también pueden aparecer otros problemas como enfermedades congénitas de los ojos u oídos o anomalías en el corazón, pero tampoco son habituales. Sí lo son los cólicos, una de las dolencias más comunes de los caballos y que es signo de algún otro tipo de problema en el sistema gastrointestinal. Los cólicos equinos pueden aparecer por diversas causas, como pueden ser sus propias condiciones anatómicas, el exceso de ejercicio o errores en la alimentación del equino. Para evitarlos, mantén una dieta consistente con forraje de alta calidad, acceso a agua fresca en todo momento, y una rutina regular de ejercicio. También es importante hacer cambios graduales en la dieta y monitorear la ingesta de arena, especialmente en áreas donde el pasto es escaso.

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Otro problema que pueden sufrir es la laminitis, una inflamación dolorosa de las láminas dentro del casco, a menudo relacionada con la alimentación y el manejo. Para prevenirla, evita el sobrepeso, limita el acceso a pastos ricos durante los períodos de alto riesgo (como la primavera), y asegúrate de que la dieta sea balanceada sin excesos de carbohidratos no estructurales (azúcares y almidones).

Los caballos árabes pueden ser propensos a enfermedades metabólicas como el síndrome metabólico equino, que está relacionado con la resistencia a la insulina y el sobrepeso. Para evitar su aparición, mantén un peso corporal saludable mediante una dieta balanceada y ejercicio regular. Limita el acceso a pastos ricos y considera el uso de un bozal de pastoreo si es necesario.

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Por otro lado, los caballos árabes pueden ser susceptibles a problemas respiratorios, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), especialmente en ambientes polvorientos o húmedos. Podrás evitarlo si mantienes un entorno de establo limpio y bien ventilado, usa ropa de cama de baja emisión de polvo y almacena el heno en un área separada para reducir el riesgo de problemas respiratorios.

Las lesiones en tendones y ligamentos, así como las afecciones articulares, pueden ser comunes debido al alto nivel de actividad de algunos caballos árabes. En estos casos, asegúrate de que el caballo reciba un calentamiento y enfriamiento adecuados durante el ejercicio, utiliza superficies de entrenamiento que minimicen el riesgo de lesiones y considera suplementos para la salud articular bajo la guía de un veterinario.

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Cría y reproducción del caballo árabe

El caballo árabe alcanza su madurez sexual a los 4 años. Su actividad sexual es mayor entre los meses de febrero a julio, pero puede darse en cualquier momento del año. Durante la época de mayor apareamiento, los machos no suelen realizar más de una o dos cópulas al día y reconoceremos su celo por estar más excitados e inquietos, por relinchos intensos e, incluso, porque muestran el órgano sexual en erección.

En las hembras, el celo aparece durante cinco o seis días en forma de moco rojo y de búsqueda continua de una posición inclinada, como si estuviera orinando. Si no ha habido fecundación, la hembra volverá a tener el celo pasados de veinte a veintidós días.

Sabremos que una hembra de caballo árabe está embarazada porque presenta síntomas muy evidentes: tiene mayor apetito, las mamas hinchadas y no tiene celo. Durante ese período deberemos cuidarla mucho y no forzar demasiado la monta o los paseos. Cuando el momento del parto llegue, tras 11 meses de gestación, notaremos al animal más nervioso y tras signos físicos muy evidentes (se abren los labios de la vulva, se hinchan aún más las mamas…) en menos de 15 minutos nacerá un potro que requerirá de pocos cuidados extra salvo ser amamantado durante unos seis o siete meses.

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Cría del caballo árabe

La cría y reproducción del caballo árabe es un proceso que requiere una planificación cuidadosa, conocimiento profundo de la raza, y una consideración meticulosa de la genética, la salud, y el temperamento de los caballos involucrados. Aquí te ofrecemos una pequeña guía sobre los aspectos fundamentales de la cría y reproducción de esta noble raza:

Selección de reproductores

  • Pedigrí: busca caballos con un linaje claro y registros genealógicos reconocidos. Un buen pedigrí no solo garantiza pureza de la raza, sino también la herencia de rasgos deseables y la evitación de enfermedades genéticas.
  • Salud: realiza exámenes veterinarios completos para asegurarte de que tanto el semental como la yegua estén libres de enfermedades hereditarias y trastornos genéticos. Esto incluye pruebas para condiciones específicas conocidas en la raza árabe, como la anemia inmunodeficiente severa (SCID), la hipersensibilidad a los fármacos (LFS), y la ataxia cerebelosa.
  • Conformación y temperamento: elige caballos que no solo posean una buena conformación física, sino también un temperamento agradable y adecuado para la disciplina ecuestre deseada. La conformación física debe reflejar los estándares de la raza árabe, enfocándose en la funcionalidad, la resistencia y la belleza.

Manejo de la yegua

  • Ciclo reproductivo: las yeguas generalmente entran en celo desde la primavera hasta el otoño. Es crucial monitorear su ciclo para identificar el mejor momento para la monta o inseminación.
  • Cuidado preñez: una vez confirmada la preñez, la yegua necesita un manejo nutricional especial, cuidado veterinario regular, y un ambiente tranquilo y seguro para asegurar un desarrollo fetal saludable y una gestación sin complicaciones.

Gestación y parto

  • Duración de la gestación: la gestación en caballos dura aproximadamente 340 días, pero puede variar. Es importante monitorear a la yegua especialmente en las últimas etapas de la gestación para detectar signos de parto inminente.
  • Asistencia al parto: aunque la mayoría de las yeguas pueden parir sin intervención, es recomendable estar presente para asistir en caso de complicaciones. Preparar un kit de parto y tener a mano el contacto de un veterinario es esencial.

Cuidado del Potro

  • Primeras horas: asegúrate de que el potro se levante y amamante dentro de las primeras horas después del nacimiento para recibir el calostro, que es esencial para su sistema inmunológico.
  • Registro y documentación: Registra al potro en las organizaciones correspondientes y lleva un registro detallado de su desarrollo, vacunaciones, y desparasitaciones.
  • Socialización y entrenamiento temprano: La socialización temprana es crucial para el desarrollo de un potro equilibrado. Exponlo gradualmente a humanos, otros caballos, y a diversas experiencias para fomentar un temperamento calmado y adaptable.

Consideraciones éticas

  • Bienestar animal: la cría de caballos debe realizarse con el máximo respeto por el bienestar de los animales involucrados, evitando la sobreproducción y asegurando que cada caballo pueda recibir el cuidado, el amor y la atención que necesita.
  • Responsabilidad: como criador, es tu responsabilidad asegurar que los potros tengan hogares apropiados y cariñosos, y que se promueva la conservación y mejora de la raza árabe.

La cría de caballos árabes es una empresa seria que puede ser extremadamente gratificante si se hace con cuidado, dedicación, y un compromiso con la excelencia. La meta siempre debe ser la de mejorar la raza, promover la salud y el bienestar de los caballos, y asegurar que cada potro tenga la oportunidad de vivir una vida plena y feliz.

Creado: 15 de junio de 2016

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