Caballo árabe
El caballo árabe es una de las razas más puras y con mejores aptitudes físicas del mundo. Son animales de gran belleza, muy inteligentes y de gran aguante físico, aptos tanto para ocio o deporte como para trabajo.

Salud y reproducción del caballo árabe

Cría y hembra de caballo árabe
El potro de caballo árabe requiere pocos cuidados extra, salvo ser amamantado durante unos seis o siete meses.
Diana Oliver Ortiz

Por: Diana Oliver

Periodista especializada en vida sana, maternidad e infancia y mascotas

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Pese a que el caballo árabe es un animal fuerte y que goza, en general, de buena salud, es fundamental que mantengamos unos cuidados adecuados para contribuir a que el equino viva de forma óptima, y con los mínimos achaques, una media de treinta años. Es conveniente recordar que debe realizarse una visita al dentista anualmente para comprobar el estado de su salud bucodental, así como mantener las revisiones veterinarias al día, ofrecerle la higiene y la alimentación correcta (acorde a su edad, actividad y peso) y, por supuesto, no olvidarnos que la realización de ejercicio es fundamental para nuestro caballo.

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Es importante, además, realizar a menudo reconocimientos visuales para comprobar que el cuadrúpedo no se ha dañado externamente ni sufre lesión alguna, así como para observar que no presenta signos evidentes de enfermedad. 

Entre las enfermedades propias de la raza de caballo árabe se encuentra la abiotrofia cerebelar, una enfermedad neurológica hereditaria que no tiene tratamiento, pero de sencilla prevención a través de la selección de progenitores que no porten ese gen. Esta patología se diagnostica ya en los primeros meses de vida del animal (entre los seis meses y los tres años) a través de unos síntomas muy claros entre los que destacan los temblores de cabeza, la falta de percepción del espacio y de la distancia o la dificultad para mantener la coordinación y de equilibrio.

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En este tipo de caballo también pueden aparecer otros problemas como enfermedades congénitas de los ojos u oídos o anomalías en el corazón, pero tampoco son habituales. Sí lo son los cólicos, una de las dolencias más comunes de los caballos y que es signo de algún otro tipo de problema en el sistema gastrointestinal. Los cólicos equinos pueden aparecer por diversas causas, como pueden ser sus propias condiciones anatómicas, el exceso de ejercicio o errores en la alimentación del equino.

Cría y reproducción del caballo árabe

El caballo árabe alcanza su madurez sexual a los 4 años. Su actividad sexual es mayor entre los meses de febrero a julio, pero puede darse en cualquier momento del año. Durante la época de mayor apareamiento, los machos no suelen realizar más de una o dos cópulas al día y reconoceremos su celo por estar más excitados e inquietos, por relinchos intensos e, incluso, porque muestran el órgano sexual en erección.

Reproducción caballo árabe

En las hembras, el celo aparece durante cinco o seis días en forma de moco rojo y de búsqueda continua de una posición inclinada, como si estuviera orinando. Si no ha habido fecundación, la hembra volverá a tener el celo pasados de veinte a veintidós días.

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Sabremos que una hembra de caballo árabe está embarazada porque presenta síntomas muy evidentes: tiene mayor apetito, las mamas hinchadas y no tiene celo. Durante ese período deberemos cuidarla mucho y no forzar demasiado la monta o los paseos. Cuando el momento del parto llegue, tras 11 meses de gestación, notaremos al animal más nervioso y tras signos físicos muy evidentes (se abren los labios de la vulva, se hinchan aún más las mamas…) en menos de 15 minutos nacerá un potro que requerirá de pocos cuidados extra salvo ser amamantado durante unos seis o siete meses.

Creado: 15 de junio de 2016

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