Primer mamífero extinguido por el cambio climático

El Melomys rubicola, un roedor autóctono de cayo Bramble (Australia), habría desaparecido, según los expertos, por el aumento del nivel de las aguas que inundó el islote, causando la destrucción de su hábitat.
Un roedor australiano, primer mamífero extinguido por el cambio climático
La inundación de la isla y el destrozo total del entorno en el que vivía el Melomys rubicola habrían provocado su desaparición como especie.

Los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes y se empiezan a hacer patentes de forma muy gráfica e incontestable. El ejemplo más paradigmático es la extinción en un cayo australiano de la primera especie mamífera, un pequeño roedor que, según los expertos que están detrás de un estudio de la universidad australiana de Queensland, en colaboración con miembros del Ministerio de Medio Ambiente de la región oceánica, habría desaparecido tras quedar arrasado su hábitat a causa del incremento del nivel de las aguas.

Según el informe, del que se han hecho eco varios medios australianos, los investigadores afirman que la última visualización de la especie data de 2009

El Melomys rubicola, como es conocida esta especie de roedor en el ámbito científico, era autóctono de un pequeño islote, el cayo Bramble, situado entre Australia y Papua Nueva Guinea. La isla, ubicada tres metros por encima del nivel del mar, ha sido víctima, según los expertos, de las consecuencias del cambio climático, con fenómenos atmosféricos cada vez más potentes que han provocado la inundación de la misma y el destrozo total del entorno en el que se desarrolla la vida de este pequeño mamífero.

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Aunque sorprendente, la extinción del Melomys rubicola a causa, según los investigadores, del cambio climático generado por el hombre, no es una noticia que pille de nuevas a los científicos. No en vano, esta especie, registrada por ciudadanos europeos a mediados del siglo XIX, ya vio reducido su número de forma alarmante en 1978, cuando la merma fue constatada visualmente por una expedición científica.

Según el informe actual, del que se han hecho eco varios medios australianos, los investigadores afirman que la última visualización de la especie data de 2009. La desaparición de este roedor del ecosistema del pequeño cayo australiano pone de nuevo en el centro del debate el riesgo que supone para la población de las islas y las zonas costeras el auge del nivel del mar a causa del incremento de las temperaturas que está provocando el deshielo de los polos.

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Actualizado: 15 de febrero de 2018

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