Nueva técnica no invasiva puede mejorar el tratamiento del párkinson

Científicos españoles prueban una técnica no invasiva para mejorar el tratamiento contra el párkinson, que abre la barrera hematoencefálica con ultrasonidos para que los virus modificados que se usan en la terapia génica lleguen al cerebro.
Persona con las manos temblorosas por el parkinson

20/04/2023

La vía de administración es clave en el tratamiento contra la enfermedad de Parkinson porque es necesario que los medicamentos atraviesen la barrera hematoencefálica del cerebro y un grupo de investigadores acaba de realizar experimentos con macacos para probar una nueva técnica con ultrasonidos que logra abrir esta barrera para que una terapia génica llegue a una zona del cerebro.

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Esta técnica no invasiva se ha ensayado en macacos y en tres pacientes, aunque a los pacientes no se les administró terapia génica, sino que únicamente se probó la eficacia de la técnica mediante un marcador radiactivo que en condiciones normales no atraviesa la barrera hematoencefálica. Los resultados se han publicado en la revista Science Advances.

La barrera hematoencefálica (BHE) es una capa compuesta de vasos sanguíneos y células que protege el cerebro evitando que penetren bacterias y otras sustancias tóxicas, pero que también obstaculiza la entrada de ciertos fármacos al sistema nervioso central como ocurre con algunos medicamentos para combatir el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas, entre otras.

“La naturaleza menos invasiva de esta metodología podría facilitar la administración focal de vectores víricos para terapia génica y permitir intervenciones tempranas y repetidas para tratar enfermedades neurodegenerativas”

En la nueva investigación liderada por Javier Blesa, del Hospital Universitario HM Puerta del Sur (Madrid) se ha comprobado que es posible administrar terapia génica dirigida a una región específica del cerebro en monos tras emplear ultrasonidos focalizados para abrir la barrera hematoencefálica. El trabajo detalla la eficacia de la técnica para abrir esta barrera y administrar vectores virales adenoasociados (virus modificados que se usan en terapias génicas) del serotipo 9 en áreas cerebrales involucradas en la enfermedad de Parkinson en macacos adultos.

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La técnica también se probó en tres pacientes para confirmar la eficacia de este procedimiento a través de un marcador, pero no se les administró ninguna terapia génica. “La naturaleza menos invasiva de esta metodología podría facilitar la administración focal de vectores víricos para terapia génica y podría permitir intervenciones tempranas y repetidas para tratar enfermedades neurodegenerativas”, han escrito los autores del estudio.

Tratamientos no invasivos y duraderos para combatir el párkinson

La cirugía se puede utilizar para que cualquier terapia llegue al sistema central, pero entraña considerables riesgos para los pacientes, por lo que utilizar ultrasonidos focalizados para abrir la barrera hematoencefálica y administrar los fármacos a través del torrente sanguíneo constituye una alternativa potencialmente más segura.

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​Los vectores virales se inyectaron a través de una vena periférica y penetraron al cerebro gracias a la apertura de la barrera hematoencefálica. “Es importante destacar que, al ser una apertura focal, los vectores virales llegan únicamente a la región en la que se ha actuado, evitando la interacción con el resto de las estructuras cerebrales, lo que permitirá en última instancia el diseño de estrategias terapéuticas personalizadas. En este estudio hemos demostrado que el suministro de terapia génica es seguro, sin daño visible en el cerebro”, señala el Dr. Pineda-Pardo.

Estudios previos ya habían evaluado el empleo de ultrasonidos para superar dicha barrera, pero esta técnica no se había utilizado con vectores virales, como el virus adenoasociado (AAV), y los autores del nuevo trabajo han demostrado en cinco monos que es posible abrirla temporalmente y hacer llegar un vector AAV a los ganglios basales, que es la zona del cerebro afectada por el párkinson.

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A las cuatro semanas de administrar la terapia no se observaron efectos adversos en los animales, y tampoco se encontraron daños en los tejidos de sus cerebros cuando se realizaron los análisis post mortem. Los investigadores consideran que sus resultados constituyen un importante avance hacia el objetivo de proporcionar tratamientos con vectores AAV no invasivos, eficaces y duraderos para el párkinson y otras enfermedades neurodegenerativas.

José Luis Lanciego, Investigador Senior del Programa de Terapia Génica en Enfermedades Neurodegenerativas en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), Universidad de Navarra, ha explicado a SMC España la potencialidad de estos hallazgos: “La principal ventaja de la aplicación de la técnica LIFU que se describe en este artículo es que se consigue abrir temporalmente la BHE únicamente en la zona de interés, de manera que un vector AAV administrado por vía sistémica puede acceder a las neuronas localizadas en la zona diana (en el núcleo putamen, en el caso de este artículo) y así transfectarlas específicamente para poder expresar una proteína terapéutica determinada. De esta manera se alcanza el interior del parénquima cerebral de una manera mínimamente invasiva, que no requiere de procedimientos neuroquirúrgicos, segura y eficaz, lo que tomado en su conjunto supone un avance principal en la investigación sobre nuevas terapias para la enfermedad de Parkinson”.

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Analia Bortolozzi, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, también en declaraciones a SMC España, opina que “se trata de un estudio que ofrece algo de esperanza para los pacientes con enfermedad de Parkinson, extensible a otros trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer, o trastornos neurológicos como tumores cerebrales o epilepsia”.

Actualizado: 27 de abril de 2023

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