Hemorragia nasal
Los vasos sanguíneos de la nariz se pueden romper con facilidad y causar una hemorragia nasal, un trastorno frecuente en los niños. Conoce a qué puede deberse y qué hacer cuando nos sangra la nariz.

Qué hacer y qué no hacer ante una hemorragia nasal

Un sanitario atiende a una joven con hemorragia nasal
Para detener la hemorragia nasal hay que tapar el punto de sangrado para que coagule y mantener así durante diez minutos.
Alicia Díaz

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

José González Sancho

Revisado: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 8 de mayo de 2024

Si se produce una hemorragia nasal, ante todo siempre debemos mantener la calma, ya que al ver tanta sangre mucha gente suele pensar que la situación puede ser más grave de lo que realmente es. Por eso, es importante que todos conozcamos las medidas de primeros auxilios cuando nos sangra la nariz y actuar con confianza:

  • Mantener la calma: cuando se trata de un niño sangrando por la nariz es especialmente importante que estemos tranquilos y transmitirle seguridad, porque si el pequeño está alterado será más difícil parar la hemorragia. En caso de adultos también es esencial que se sientan seguros y puedan cooperar. Por tanto, ayuda a la persona a mantenerse tranquila y sentarse erguida. El pánico puede aumentar la presión arterial y empeorar el sangrado.
  • Sentarse y ponerse cómodo, siempre con la cabeza inclinada hacia adelante y nunca hacia atrás, ya que esto puede hacer que la sangre fluya hacia la garganta, y el estómago no está preparado para digerir la sangre y se irrita la mucosa, provocando que después se vomite toda la sangre ingerida. 
  • No tumbarse, por el mismo motivo.
  • Presionar la parte blanda de la nariz con fuerza (no el hueso) con el pulgar y el índice; así se evita que la nariz continúe sangrando y se tapa el punto de sangrado para que coagule y pare la hemorragia. Mantener así durante diez minutos.  
  • Hay que respirar por la boca y escupir la saliva y la sangre que vaya a la boca.
  • No meter pañuelos ni gasas para taponar la nariz. Los profesionales sanitarios tienen materiales especiales para ello, pero nosotros nos limitaremos a apretar con las manos.
  • Aplica hielo o una compresa fría: puedes colocar una bolsa de hielo o una compresa fría en el puente de la nariz para ayudar a reducir el flujo sanguíneo al contraer los vasos sanguíneos.
  • Revisar a los diez minutos si la hemorragia nasal ha parado. Si continúa sangrando volver a presionar durante otros diez minutos.

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Qué hacer después de controlar el sangrado:

Una vez detenida la hemorragia se debe respirar con suavidad, sin sonarse la nariz o manipularla:

  • Hay que tomárselo con calma y no hacer ejercicio o levantar peso durante unas horas hasta que el organismo vuelva a estabilizarse. Esto puede ser difícil en el caso de los niños, pero hay que asegurarse de que no corran o jueguen con demasiada intensidad
  • Evita sonarte la nariz: no te suenes la nariz por al menos 12 horas después de un episodio de sangrado, ya que esto puede desalojar los coágulos formados y reiniciar el sangrado.
  • Humedece la nariz: usar un humidificador o aplicar un poco de vaselina suavemente dentro de las fosas nasales puede ayudar a mantener la humedad y prevenir futuros sangrados.
  • Mantén la cabeza elevada: al dormir, usa almohadas adicionales para mantener la cabeza más elevada que el corazón, lo que puede ayudar a reducir la presión en las venas de la nariz.
Infografía: Hemorragia nasal

Cuándo acudir a un centro médico

Si se aplican estas técnicas en la mayoría de las situaciones la hemorragia de la nariz se detendrá. Sin embargo, debemos estar atentos a los signos de alarma, porque en caso de aparecer será necesario acudir a un centro médico:

  • Si la hemorragia nasal es masiva, es decir, la cantidad de sangre es desproporcionada.
  • Si el afectado comienza a sentir mareos y debilidad general o tiene dificultad para respirar.
  • Si después de aplicar los 20 minutos de presión sigue sangrando.
  • Cuando la sangre cae por detrás de la garganta en lugar de por la nariz.
  • En caso de que la hemorragia haya sido consecuencia de un traumatismo craneal o facial.
  • Si las hemorragias nasales son muy frecuentes, lo que podría indicar una condición médica subyacente.

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Creado: 15 de junio de 2015

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