Un grupo de investigadores españoles ha elaborado una mezcla de cemento óseo –que se emplea para la fijación de prótesis articulares– que incluye un antibiótico que se usa con frecuencia para combatir gérmenes multirresistentes, con el objetivo de prevenir infecciones, una complicación asociada a la colocación de estas prótesis.

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Los autores del trabajo, que pertenecen a diversos centros de investigación de la Comunidad Valenciana, han desarrollado un producto, probado en un ensayo in vitro, con el que pretenden mejorar los tratamientos que se administran cuando se producen infecciones de prótesis articulares, ya que hasta el momento sólo estaban disponibles antibióticos cuyo espectro de acción no alcanza ni el 30% de los gérmenes existentes, y contra los cuales los patógenos habían desarrollado ya muchas resistencias.

La tasa de infección de las prótesis de cadera y rodilla (las más comunes) se encuentra entre el 0,5 y el 3% de los casos, y el tratamiento que se aplica a los pacientes cuando esto ocurre –explica el Dr. José Luis Rodrigo, traumatólogo del Hospital Universitario Doctor Peset–, consiste en extraer la prótesis y limpiar la zona afectada, y colocar una nueva prótesis a la que previamente se impregna con los antibióticos disponibles, que no resultan eficaces contra todos los gérmenes.

El antibiótico no modificó las propiedades del cemento y se estuvo liberando a lo largo de todo el ensayo

Por este motivo, los investigadores que han ideado la nueva mezcla vieron la necesidad de utilizar un antibiótico más efectivo contra las infecciones y que, además, no alterara las propiedades del cemento. Probaron a mezclar ciprofloxacino –en proporción 40:1– con tres tipos diferentes de cemento acrílico, y realizaron un seguimiento durante 60 días con las muestras obtenidas.

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Los resultados que obtuvieron fueron satisfactorios, ya que el antibiótico no modificó las propiedades del cemento y se estuvo liberando a lo largo de todo el ensayo, no superando en ningún momento la cantidad de antibiótico liberada el 3% de la carga inicial.

La liberación del antibiótico directamente en la zona en la que se produciría la infección aumenta la efectividad del fármaco y permitiría reducir la duración del tratamiento que se administra a los pacientes con prótesis que ya han tenido alguna infección. Estos pacientes tienen más riesgo de sufrir una nueva infección y, para prevenir la recidiva, se les suelen administrar antibióticos por vía venosa durante tres a seis meses. Por ello, si la nueva prótesis libera localmente una concentración apropiada de antibiótico, se evitarían nuevas infecciones, con un tratamiento más corto.

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Prevenir la aparición de infecciones tras una cirugía ortopédica, y mejorar la eficacia del tratamiento de las infecciones que no se puedan evitar, son los objetivos de este nuevo proyecto, que ya ha obtenido un premio –en el IX Congreso Nacional de la Asociación Española de Investigación en Cirugía Ortopédica y Traumatología–, y cuyos autores quieren seguir desarrollando para poder utilizar la mezcla que han creado en las prótesis que se implanten a partir de ahora.

Actualizado: 30 de enero de 2017

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