Congestión nasal
Cuando la nariz está taponada es necesario respirar por la boca, lo que facilita la entrada de gérmenes patógenos y reseca la garganta. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a aliviar la congestión nasal.

Síntomas de la congestión nasal

Dr. José Antonio Nuevo González

Revisado: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Aunque la congestión nasal en sí es un síntoma y no una enfermedad, existen una serie de manifestaciones clínicas que pueden acompañarla y que debemos recordar.

La rinorrea o eliminación de moco es una manifestación habitual en este cuadro, precisando de un drenaje constante y secado con pañuelos que pueden originar una irritación con eritema de las alas de la nariz. Esto, a su vez, se presenta junto a pequeños sangrados que no suelen representar ningún problema alarmante, pues son el resultado de la rotura de alguno de los capilares dilatados.

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En otro orden, cuando la congestión nasal se mantiene en el tiempo, puede interferir con el descanso nocturno, pues es común que origine cierta incomodidad para respirar, sobre todo en decúbito. En esta situación puede acompañarse de ronquidos y despertares bruscos. El hecho de tener obstrucción nasal obliga a respirar con la boca abierta generando sequedad de esta mucosa y mal aliento. Asimismo llega a interferir en la audición, y se asocia a un cambio de voz (voz nasal).

Cuando las causas sean infecciosas, pueden presentarse fiebre, dolores musculares y de cabeza, mientras que en los casos de congestión nasal alérgica se acompañarán de picor de ojos, enrojecimiento y múltiples estornudos.

Mujer con problemas nasales

Cuándo consultar al médico ante una congestión nasal

A pesar de que en la mayoría de las situaciones la congestión, taponamiento u obstrucción nasal no entraña ninguna enfermedad importante, debemos atender a algunas circunstancias que deben ser valoradas por el médico. Como norma general, aquellas que no se correspondan con una rinitis infecciosa común o un proceso alérgico deberían ser valoradas para poder etiquetarlas de una manera más precisa.

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En este sentido, es recomendable consultar ante los siguientes síntomas asociados a la congestión nasal:

  • Una duración anómala. Es decir, procesos de más de siete días no suelen ser catarros comunes, y por tanto, deben ser evaluados.
  • Drenaje de moco purulento o con mal olor. Este hecho puede significar que exista una colección en alguno de los senos paranasales (sinusitis).
  • Presencia de ganglios anormalmente abultados en el cuello.
  • Epistaxis. La emisión de sangre por la nariz puede acompañar a la rinorrea o a la expulsión repetida de mucosidad, pero cuando se produzca en mayor cantidad debe ser valorada por su médico.
  • Sospecha de obstrucción por cuerpo extraño. En el caso de los bebés o niños de corta edad, cuando la obstrucción es unilateral y se sospeche que ha podido introducir un cuerpo extraño debe ser explorado por un médico. No es recomendable la extracción del mismo por parte de los padres, pues puede introducirse a planos más profundos.

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Creado: 7 de junio de 2016

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