Síntomas del síndrome metabólico
Por: José Antonio Casasnovas Lenguas
Coordinador de la Unidad de Investigación Cardiovascular de Aragón y Belén Moreno Franco, nutricionista
Revisado: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Más que síntomas atribuibles directamente a este serio problema, hablamos de un conjunto de síntomas derivados de los trastornos que definen al síndrome metabólico.
La obesidad es el síntoma más común de las personas con síndrome metabólico, y se hace hincapié en la obesidad central, es decir, abdominal. Estos individuos presentan un perímetro abdominal mayor o igual de 102 cm en los varones, y mayor o igual de 88 cm en las mujeres (estas cifras son modificables según la etnia y los criterios específicos de los distintos países). Esta situación genera consecuencias fácilmente deducibles como son una disminución de la capacidad física al ejercicio, problemas en las articulaciones como dolores y deterioro de las mismas, problemas respiratorios nocturnos como la apnea del sueño y sus complicaciones cardiovasculares, etcétera.
En cuanto a la alteración en las cifras de glucosa en ayunas y el riesgo potencial de diabetes, cabe recordar que los síntomas derivados de ésta consisten en un aumento de apetito, un mayor volumen de diuresis (secreción de orina) diario y un incremento de la sed.
Como se conoce ampliamente, la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia que acompañan al síndrome metabólico no son situaciones que se expresen físicamente, pero pueden conducir a complicaciones como la cardiopatía isquémica, una mayor incidencia de ictus, presencia de arteriosclerosis a otros niveles, y por tanto a una sintomatología específica de estas enfermedades.
Tanto la obesidad, el mayor acumulo de grasa visceral y la elevación de los niveles de triglicéridos son factores de riesgo para el desarrollo de una pancreatitis, cuyos síntomas consisten fundamentalmente en dolor abdominal y un riesgo vital elevado por las complicaciones que produce.
Creado: 22 de julio de 2016