Vigorexia, riesgos del complejo de Adonis

En la vigorexia, a la adicción al ejercicio se suma una ingesta exagerada de proteínas y carbohidratos y el consumo abusivo de esteroides anabólicos con el fin de aumentar la masa muscular. Estos son sus peligros.
Vigoréxico

Actualizado: 24 de abril de 2025

¿Qué es la vigorexia?

La vigorexia es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su estado físico hasta niveles patológicos. Estas personas tienen una visión distorsionada de ellos mismos y se ven débiles y enclenques. Por este motivo, el trastorno incide directamente sobre su conducta alimentaria y sus hábitos de vida, y se caracteriza por realizar una actividad física extrema, abandonando las relaciones sociales y descuidando otros aspectos de su vida, para dedicar todo su tiempo a entrenar.

PUBLICIDAD

La adicción al ejercicio se acompaña de una ingesta exagerada de proteínas y carbohidratos y el consumo abusivo de sustancias como esteroides anabolizantes, con el fin de aumentar la masa muscular y conseguir un cuerpo musculoso. Este trastorno también se conoce como complejo de Adonis, anorexia invertida o dismorfia muscular.

Adicción por los músculos

La vigorexia, que no está reconocida como enfermedad por la comunidad médica internacional, afecta mayoritariamente a hombres jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años. Su incidencia es de cuatro de cada diez mil personas.

Causas de la vigorexia

La vigorexia puede estar ocasionada por problemas fisiológicos o emocionales, casi siempre relacionados con el entorno del afectado.

Los problemas fisiológicos están asociados a trastornos en las hormonas y los mediadores de la transmisión nerviosa del Sistema Nervioso Central.

PUBLICIDAD

En el caso de que este trastorno aparezca vinculado a la relación del paciente con su entorno, se encuentran implicados factores sociales, culturales y educativos, que influyen para que el individuo desarrolle un tipo de personalidad obsesiva.

Chico con síntomas de vigorexia

Síntomas y complicaciones de la vigorexia

Los principales síntomas que muestran las personas con vigorexia son:

  • Baja autoestima.
  • Tendencia a la automedicación.
  • Siguen dietas altas en proteínas y carbohidratos y bajas en grasas, que suelen incluir productos anabólicos y esteroides.
  • Padecen una distorsión de la imagen corporal, y suelen mirarse continuamente al espejo y verse débiles.
  • Se pesan continuamente.
  • Están obsesionados con el culto al cuerpo.
  • Todos los días, dedican su tiempo libre a un entrenamiento exhaustivo.
  • Se aíslan socialmente.
  • Presentan un cuerpo desproporcionado.

PUBLICIDAD

Complicaciones de la vigorexia

La actitud y los hábitos de vida que adoptan los vigoréxicos tienen como consecuencia una serie de problemas orgánicos y lesiones originados por el exceso de ejercicio y una dieta desequilibrada con abuso de sustancias dopantes. Entre las posibles complicaciones que pueden desarrollar estos pacientes están: enfermedades cardiovasculares, lesiones hepáticas o renales, disfunción erectil, atrofia testicular y cáncer de próstata.

Mujer con vigorexia

Además, la carga de excesivo peso durante las sesiones en el gimnasio resiente los huesos, músculos y articulaciones, especialmente los de los miembros inferiores, y puede provocar esguinces y desgarros.

La modificación de la dieta puede provocar también trastornos alimentarios. El abuso de anabolizantes para intentar mejorar el rendimiento físico y aumentar el volumen muscular tiene como resultado trastornos como:

PUBLICIDAD

Tratamiento de la vigorexia

Tratamiento de la vigorexia

Un problema frecuente de los afectados por vigorexia es que no se consideran enfermos, por lo que suelen acudir al médico cuando el trastorno está muy avanzado, o ha progresado a un trastorno obsesivo compulsivoanorexia o bulimia. Es imprescindible, por lo tanto, que la persona reconozca que padece el trastorno y esté dispuesta a someterse a tratamiento para superarlo.

El objetivo del tratamiento de la vigorexia debe centrarse en modificar la conducta y la percepción distorsionada que tiene el paciente sobre su propio cuerpo. Y una pieza clave es que la persona lo asuma y ayude en el cambio que conlleva acabar con este trastorno.

Está indicado un tratamiento que combine las facetas psicológica (terapia cognitivo-conductual), farmacológica y nutricional. Al igual que en el caso de otros desórdenes emocionales y trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia, es fundamental el apoyo de los seres queridos del paciente para mejorar.

PUBLICIDAD

Las personas diagnosticadas con vigorexia deben cambiar la nutrición que han llevado hasta ese momento, que suele estar basada en muchas proteínas y carbohidratos y pocas grasas. Además, es conveniente alejarse de los batidos de proteínas y los esteroides anabolizantes, pues su consumo en exceso puede provocar cambios en la menstruación, problemas cardiacos, acné, retención de líquidos e incluso atrofia testicular y una reducción en la producción de espermatozoides.

Así mismo, es importante reducir el número de horas que el paciente dedica a la práctica de ejercicio, y sustituir esta actividad por otras de su agrado, en las que además se relacione con otras personas, para que se vuelvan a sentir incluidos en la sociedad y adquieran nuevos hábitos y aficiones, con el fin de conseguir que se reduzca su obsesión por el culto al cuerpo.

PUBLICIDAD

Pronóstico y prevención de la vigorexia

La vigorexia es un trastorno grave, y su recuperación dependerá de diversos factores, como el momento en que se inicie el tratamiento, la forma en que el paciente afronte el problema y los medios de que disponga para ello, el apoyo que reciba por parte de la sociedad, y la presencia de otros problemas emocionales asociados.

Hay que tener en cuenta que se trata de una afección que puede cronificarse y dar lugar a síndromes más complejos, de manera que ya no se podría hablar de recuperación, sino más bien de control del trastorno y de evitar las recaídas.

Mujer entrenando en el gimnasio

Prevención de la vigorexia

Estas son algunas claves que pueden ayudarte a prevenir la vigorexia:

  • No es malo ni patológico desear tener una imagen corporal atractiva, pero todas aquellas personas que empiecen a obsesionarse con este tema deben estar atentas, y solicitar ayuda si ese deseo se empieza a convertir en un problema que interfiere con sus relaciones interpersonales y su bienestar emocional.
  • Practicar ejercicio es muy saludable, pero no se puede invertir todo el tiempo libre en ello. Si se observa una adicción excesiva al gimnasio, hay que reducir progresivamente las horas empleadas en el entrenamiento, sustituyéndolas por otro tipo de actividades.
  • Es muy importante para no caer en este tipo de trastornos cuidar las relaciones personales y compartir el ocio con otras personas.
  • Las personas del entorno del paciente también pueden observar signos que indican que puede padecer el trastorno: se aísla socialmente, dedica demasiadas horas a entrenar, modifica su dieta, se queja de estar delgado y enclenque..., e intervenir cuanto antes para ayudarle.

Creado: 3 de diciembre de 2010

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD