Pregorexia, la anorexia de la embarazada
La pregorexia o anorexia de la embarazada es un trastorno de la conducta alimentaria poco conocido todavía, pero cuyas consecuencias pueden llegar a ser muy graves tanto para la madre como para el feto. Aprende a identificarla y prevenirla.

Qué es la pregorexia, síntomas y consecuencias

Mujer a punto de vomitar en el baño

La mayoría de las mujeres con pregorexia tienen antecedentes de algún trastorno de la conducta alimentaria.

Por: Arantza Ruiz de las Heras

Dietista-Nutricionista, Complejo Hospitalario de Navarra

Actualizado: 23 de abril de 2025

El embarazo es, en teoría, una etapa de transformación, de conexión profunda con el cuerpo y de preparación para la llegada de una nueva vida. Pero ¿qué ocurre cuando el temor a ganar peso eclipsa esa experiencia? La pregorexia, un trastorno alimentario poco conocido pero cada vez más frecuente, describe la obsesión por controlar el peso durante el embarazo, a través de dietas extremas, ejercicio excesivo y una relación profundamente distorsionada con la imagen corporal.

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Detrás de esta conducta hay una mezcla peligrosa de presión social, ideales estéticos inalcanzables y vulnerabilidad emocional que puede poner en riesgo la salud de la madre… y del bebé. Analizamos qué es exactamente la pregorexia, cuáles son sus síntomas más frecuentes, las consecuencias físicas y psicológicas que conlleva, y las claves para prevenirla y tratarla. 

¿Qué es la pregorexia?

La pregorexia consiste en una enfermedad psiquiátrica que padecen las mujeres embarazadas cuando no aceptan el aumento de peso debido a su gestación e intentan, a través de varios medios, evitarlo. Para conseguir su objetivo, se utilizan herramientas para reducir la ingesta calórica a base de dietas hipocalóricas muy restrictivas, unido en ocasiones a prácticas purgativas como el vómito y a una actividad física excesiva.

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La mayoría de las mujeres que sufren esta dolencia ya vienen de padecer algún trastorno de la conducta alimentaria, como anorexia nerviosa o bulimia nerviosa, de manera previa.

Cuanto antes se detecte, diagnostique y se trate la pregorexia, mejor será su pronóstico y más fácilmente se podrán minimizar sus consecuencias, ya que, entre otras cosas, esta situación convierte la gestación en un embarazo de riesgo, ya que mientras la madre pierde peso el feto no crece correctamente al faltarle nutrientes esenciales para su desarrollo.

Para el tratamiento de la anorexia nerviosa sufrida durante la gestación es necesario un equipo multidisciplinar especializado en este tipo de alteraciones que incluya un médico psiquiatra, obstetra, psicólogo, dietista-nutricionista, enfermera, etcétera, para poder así tratar de manera global la situación.

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Además de las alteraciones propias que se suceden durante la gestación, hay diversos trastornos derivados de la pregorexia que se pueden mantener más allá del embarazo, y que incluyen la dificultad para llevar a cabo una lactancia materna eficaz y satisfactoria, así como una más difícil relación entre madre e hijo. Además, una vez sucedido el parto, la madre puede incrementar la actividad física para recuperar la figura de forma lo más rápida posible.

Mujer embarazada llorando tumbada en el sofá

Consecuencias de la pregorexia para la madre y el feto

La anorexia nerviosa en el embarazo puede ocasionar consecuencias negativas tanto para la madre como para el feto al no recibir los nutrientes necesarios para un correcto crecimiento y desarrollo, ya que en estos casos la embarazada restrige calorías o nutrientes en su dieta para evitar coger kilos y superar su peso habitual, o bien hace ejercicio de forma extrema.

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Para la futura madre, las principales consecuencias que se pueden derivar de la pregorexia son:

  • Estado de desnutrición tanto a nivel calórico como de nutrientes necesarios en el correcto mantenimiento del organismo.
  • Disminución de la masa muscular al tener que utilizar el material estructural por naturaleza, que son las proteínas, como fuente energética.
  • Alteraciones de vitaminas y minerales, el organismo no recibe la cantidad necesaria de estos compuestos con el riesgo añadido de los problemas derivados del déficit de ellas.
  • Desequilibrio hídrico, las mujeres con este trastorno descuidan la ingesta de agua, lo que les provoca problemas como la deshidratación.
  • Alteraciones hormonales y enzimáticas.
  • Alteraciones de la regulación térmica corporal, uno de los síntomas de la desnutrición es la sensación de frío constante.
  • Irritabilidad y cambios de humor.
  • Problemas dermatológicos, por la falta de nutrientes y vitaminas
  • Alteraciones en la lactancia materna, pues la leche no tendrá el poder nutricional que requiere la alimentación del bebé.

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Mujer con pregorexia

Consecuencias para el feto de evitar engordar en el embarazo

Las consecuencias de la pregorexia para el feto también pueden ser muy serias e irreversibles, algunas de ellas son:

  • Alteraciones neurológicas que se dan por la falta de nutrientes provenientes de la madre que hace que no llegue el suficiente alimento al cerebro para que funcione y de desarrolle de manera correcta.
  • Posible existencia de malformaciones.
  • Retraso en el crecimiento y desarrollo fetal habituales para su tiempo de gestación.
  • Alteraciones respiratorias o digestivas, consecuencia de un desarrollo incompleto.
  • Más riesgo de obesidad, pues el metabolismo de los bebés se adapta a recibir pocos nutrientes, por lo que cuando nacen y crecen y tienen un mayor acceso a los alimentos su cuerpo no está acostumbrado y es más proclive a la obesidad. Es el conocido como fenotipo del gen ahorrador.
  • Muerte fetal, debido a los problemas derivados de la falta de nutrientes provenientes de la madre.

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Mujer embarazada pesándose con síntomas de pregorexia

Las afectadas por pregorexia sienten gran preocupación por aumentar de peso durante el embarazo, e intentan evitarlo controlando las calorías.

Síntomas de la pregorexia

Al igual que ocurre con otros trastornos de la conducta alimentaria, las gestantes pregoréxicas no suelen ser conscientes de su problema, consideran su actitud totalmente normal. Por este motivo, las personas que conviven con ellas han de estar vigilantes ante las señales que puedan aparecer.

Los síntomas de la pregorexia más característicos incluyen alteraciones en la alimentación y en el ejercicio físico practicado:

  • Consumo de dietas bajas o muy bajas en kilocalorías. Se restringen especialmente los lípidos o grasas y los hidratos de carbono, principales fuentes de obtención de energía en el organismo.
  • Bajo o nulo incremento de peso durante la gestación no correspondiente con el aumento saludable de peso en el embarazo.
  • Alimentación tan restrictiva que puede llegar a ser deficitaria en elementos reguladores como vitaminas y minerales. De esta manera, es probable que no se cubran las necesidades aumentadas tanto de la madre como del bebé.
  • Preocupación excesiva por el aumento de peso durante la gestación y constante control de las kilocalorías consumidas.
  • Intento de evitar el incremento de volumen abdominal proveniente del crecimiento fetal, especialmente durante el segundo y tercer trimestre de embarazo.
  • Práctica de actividad física incrementada, no por el hecho de mantenerse en forma o con un estado de salud adecuado, sino para consumir las kilocalorías tomadas en las comidas.
  • Presencia de vómitos autoinducidos tras la ingesta de alimentos con el fin de reducir el contenido energético consumido.
  • Negación ante la existencia de su problema y pedir ayuda para solucionarlo.

Creado: 3 de septiembre de 2015

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