Durante los 15 días aproximados que duran los loquios, se pueden diferenciar tres fases distintas en función del aspecto, cantidad y contenido del flujo.
- Loquios rojos o rubra. Se produce durante los tres primeros días. Es un sangrado parecido al de la menstruación pero más abundante. Está compuesto de sangre, moco y membranas. Es habitual expulsar coágulos más o menos grandes.
- Loquios sanguinolentos. Suele durar una semana aproximadamente. Su color es rosáceo y, además de sangre, contiene leucocitos y exudado seroso propio de las heridas.
- Loquios alba. Este último resto suele prolongarse un poco más. El flujo es de color blanco amarillento y sobre todo está compuesto de leucocitos.
Signos de alerta ante los loquios: cuándo acudir al médico
En principio, los loquios forman parte de un proceso natural que no conlleva ningún riesgo, pero la mujer debe ponerse alerta ante algunas situaciones concretas:
- Cantidad: si pasados los tres días que dura la fase de loquios rubra se siguen sangrando de una forma llamativa, como una regla muy abundante, y se expulsan coágulos muy grandes.
- Olor: el olor de los loquios es parecido al de la regla. Por tanto, si el sangrado se vuelve fétido es porque se puede estar produciendo una infección. Y eso es grave.
- Fiebre: la fiebre es síntoma de una infección en estos casos.
Ante cualquiera de estos síntomas se debe visitar al médico para que diagnostique qué está ocurriendo y si ha de tomarse alguna medida terapéutica especial.