Jugar al futbol mejora la salud cardiovascular, metabólica y emocional

Jugar al futbol amateur de manera habitual es beneficioso para la salud y ayuda a evitar las enfermedades que se producen a consecuencia del estilo de vida sedentario, como la obesidad o la hipertensión.
Personas jugando al fútbol para mejorar su salud
El fútbol ayuda a tener unos niveles más bajos de colesterol, frecuencia cardiaca y presión arterial.

23/03/2018

El fútbol es uno de los deportes más conocidos y practicados, y además parece ser que es uno de los ejercicios más completos y saludables que se pueden hacer para mantenerse activo y en buena forma y evitar los problemas derivados del sedentarismo. Así lo ha asegurado un reciente estudio publicado en la revista British Journal of Sports Medicine.

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Según muestra la investigación, aquellos que deciden dar patadas al balón de manera habitual presentan unos niveles más bajos de colesterol, frecuencia cardiaca y presión arterial, así como una menor acumulación de grasa y huesos y músculos más sanos y, en comparación con otros tipos de ejercicio como la zumba o el running, se añaden los innumerables beneficios que la socialización, la motivación y la competitividad provocan en las personas.

Practicar futbol redujo seis latidos por minuto la frecuencia cardiaca en reposo, en comparación con las personas sedentarias

En este trabajo se analizaron los datos de otros 31 estudios que evaluaban el efecto que tiene practicar fútbol en aspectos de la salud como la frecuencia cardiaca, la cantidad de grasa corporal, la presión arterial y el estado metabólico. Los resultados mostraron que prácticamente todo el mundo, independientemente de su edad, condiciones físicas, sexo y aptitudes deportivas, obtuvo mejoras al jugar al balón.

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Menos presión arterial sistólica y diastólica en los futbolistas

Uno de los hallazgos más significativos para los investigadores fue la capacidad del fútbol para reducir la presión arterial sistólica y diastólica. Esta reducción fue de un 4,2 mm Hg de promedio en la sistólica y un 3,89 mm Hg la diastólica en personas sin complicaciones cardiacas, en comparación con aquellos que eran sedentarios; una bajada que fue aún más pronunciada –10 mm Hg y 7mm Hg, respectivamente– en los que tenían una presión algo elevada.

De hecho, los pacientes con hipertensión leve que jugaban al futbol experimentaron el mayor descenso en la presión arterial, 11 mm Hg en la sistólica y 7mm Hg en la diastólica, frente a la gente que no practica ningún tipo de deporte. Hay que tener en cuenta que la American Heart Association estima que se padece hipertensión cuando se sobrepasan los 130 mm Hg de presión sistólica y los 80 mm Hg de diastólica. Además, los futboleros también presentaban una frecuencia cardiaca más lenta en reposo, unos seis latidos por minuto menos, que los que no hacían ejercicio.

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Peter Krustrup, autor principal del estudio, ha destacado que el futbol es un deporte muy conocido, fácil de llevar a cabo, con reglas sencillas de comprender por todos y muy barato, por lo que hay que fomentar este tipo de ejercicio para conseguir las beneficios que proporciona para la salud.

Actualizado: 4 de mayo de 2023

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