Trail running, tips para su práctica
Amplía tus horizontes de runner y descubre el trail running, una intensa actividad que combina una mayor exigencia física, al correr por una gran diversidad de terrenos, con respirar aire puro en un ambiente natural.

En qué consiste el trail running

Laura Saiz

Por: Laura Saiz

Periodista especializada en deporte, belleza y bienestar

Actualizado: 2 de diciembre de 2022

Una de las cosas que más suelen desmotivar a quienes practican running es que llega un punto en el que los lugares por los que correr, los horarios, la gente con la que te cruzas, y hasta el propio ejercicio, son prácticamente similares. Quizá sea el momento de evolucionar hacia actividades más complejas y exigentes, como el trail running, una modalidad deportiva que también es apta para las personas que practican senderismo, pero que quieren progresar físicamente combinando partes andando con otras corriendo.

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De acuerdo con la International Trail Running Association (ITRA, por sus siglas en inglés), el trail running es “una carrera pedestre en un ambiente natural (montaña, bosque, llanuras, etcétera), con el mínimo posible de rutas asfaltadas o pavimentadas (que no debería exceder el 20%)”. Además, el terreno puede variar: senderos en los bosques, simples caminos de tierra o polvo, piedras, o cualquier superficie que se encuentre en la naturaleza y por la que se pueda correr.

La propia ITRA clasifica en cuatro los tipos de trail running según la distancia:

  1. Trail: aquellos en los que se corren menos de 42 kilómetros y son los más habituales.

  2. Trail ultra medium: aquellas carreras que oscilan entre 42 y 69 kilómetros.

  3. Trail ultra long, o trail L: se utiliza cuando las carreras abarcan entre 70 y 99 kilómetros.

  4. Trail ultra Xlong o trail XL: todos aquellos a partir de 100 kilómetros.

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Técnica en el trail running

El trail running tiene dos diferencias principales con el running: las subidas y las bajadas, que serán más accesibles y seguras con la técnica adecuada.

En el caso de las subidas se debe llevar el tronco lo más erguido posible para facilitar la respiración. Por otro lado, la pisada dada con el metatarso nos permite una mayor velocidad. No es conveniente obcecarse con correr siempre, puesto que a veces la inclinación de las cuestas es enorme y conviene limitarse a andar, y marcar así un cambio de ritmo.

Trail running

Cada corredor tiene sus costumbres. Mientras unos prefieren las grandes zancadas lentas, otros una cadencia mayor con pasos más cortos. Cuando las subidas son muy largas, es adecuado alternar ambos, al igual que el uso de bastones puede ayudar a mantener el ritmo, y disminuir el esfuerzo de las piernas al repartirlo con los brazos.

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Por otro lado, en las bajadas de trail running con el suelo irregular se ha de pisar también con el metatarso. Así se libera el talón, que sufre mucho más, y se reduce el riesgo de padecer una lesión. Cuando el camino es muy irregular es preferible dar pequeños pasos, aunque rápidos, que grandes zancadas que implican menos control del propio cuerpo. Los brazos son buenos garantes del equilibrio, por lo que es importante que, si corres sin bastones, los tengas preparados para nivelarte en los momentos de bajada rápida. Si usas bastones, te serán muy útiles tanto para amortiguar la bajada y que sufran menos las articulaciones, como para ayudarte a mantener el equilibrio.

La respiración es importante también en las bajadas. A veces no se le presta demasiada atención porque sólo se busca “recuperar oxígeno” tras el esfuerzo de la subida, pero hay que mantener el ritmo respiratorio adecuado.

Creado: 4 de enero de 2017

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