Así funciona la esperada vacuna ARNm contra el cáncer de Moderna

La vacuna ARNm contra el cáncer de Moderna (como la usada para el COVID) podría estar disponible en 2030. Te explicamos cómo funciona esta revolucionaria vacuna, que además se podrá personalizar para tratar muchas otras enfermedades.
Jeringuilla con fragmentos de ARNm

19/04/2023

La próxima década podría estar disponible una vacuna contra el cáncer si se cumplen las previsiones de la farmacéutica Moderna, que ha desarrollado una vacuna de tipo ARN mensajero (ARNm) como la del COVID-19 para combatir esta enfermedad que está obteniendo resultados positivos en los ensayos que se están llevando a cabo en Estados Unidos y Reino Unido, según ha anunciado la propia compañía.

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En este sentido, recientemente Paul Burton, director médico de la compañía, ha hecho unas declaraciones en este sentido al periódico británico The Guardian en la que afirma que el nuevo fármaco “será muy eficaz, y salvará muchos cientos de miles, si no, millones de vidas [...] Creo que podremos ofrecer vacunas personalizadas contra múltiples tipos de tumores”.

Cómo funciona la vacuna contra el cáncer de Moderna

Las vacunas de ARNm funcionan instruyendo a las células para que sean capaces de producir una proteína que desencadene una respuesta inmunitaria contra un patógeno determinado, como el coronavirus SARS-CoV-2. En este caso el fármaco generaría una alerta para advertir al sistema inmune de la presencia de un tumor y que las defensas del paciente se movilicen para atacarlo y destruirlo, sin perjudicar a las células sanas.

El ARNm “se puede aplicar a todo tipo de afecciones: cáncer, enfermedades infecciosas, cardiovasculares, autoinmunes, enfermedades raras…”

Para conseguir este objetivo se identifican fragmentos de proteínas que se encuentran en la superficie de las células cancerosas, pero no en las células sanas, y que tienen más probabilidades de desencadenar una respuesta inmunológica, y después se crean fragmentos de ARNm que indicarán al organismo cómo elaborarlos.

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En primer lugar, habría que realizar una biopsia del tumor del paciente cuyo material genético sería secuenciado en un laboratorio para identificar las mutaciones que no aparecen en las células sanas. Después un algoritmo de aprendizaje automático determinaría cuáles de estas mutaciones son responsables del desarrollo del cáncer. Este sistema también aprende progresivamente qué partes de las proteínas defectuosas que codifican estas mutaciones tienen más probabilidades de desencadenar una respuesta inmunitaria para fabricar así los ARNm de los antígenos con más posibilidades de éxito, que formarían parte de una vacuna personalizada.

Vacunas personalizadas para combatir diferentes enfermedades

En 2030 las vacunas con tecnología ARNm de Moderna también estará disponibles para combatir otro tipo de patologías, según ha afirmado Paul Burton: “Lo que hemos aprendido en los últimos meses es que, si alguna vez pensó que el ARNm era solo para enfermedades infecciosas, o solo para COVID, la evidencia ahora es que ese no es el caso en absoluto. Se puede aplicar a todo tipo de afecciones: cáncer, enfermedades infecciosas, enfermedades cardiovasculares, enfermedades autoinmunes, enfermedades raras. Tenemos estudios en todas esas áreas y todos han demostrado ser tremendamente prometedores”, concluye el director médico de Moderna.

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Moderna, de hecho, está llevando a cabo ensayos clínicos con pacientes para probar sus vacunas ARNm en el tratamiento de diferentes problemas médicos, desde el VIH al melanoma, un agresivo cáncer de piel en el que se han obtenido resultados esperanzadores, ya que, según informaron Merck y Moderna en diciembre del año pasado, los pacientes con melanoma avanzado que, junto a un fármaco de inmunoterapia, habían recibido una vacuna ARN mensajero (ARNm) que portaba instrucciones para indicar a las células que produjeran una proteína concreta (34 neoantígenos tumorales por paciente), tuvieron un 44% menos probabilidades de morir o de tener una recurrencia del cáncer.

En la reunión anual de la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer (AACR) celebrada este mes de abril, los investigadores han ofrecido nuevos detalles, como que el cáncer no había reaparecido en 84 de los 107 pacientes a los que se administró la vacuna (el 79%) al cabo de 18 meses, en comparación con solo 31 de los 50 (62%) que solo fueron tratados con el fármaco. “Estos datos dan una señal muy, muy alentadora”, ha declarado el investigador principal del ensayo Jeffrey Weber del Centro de Cáncer Perlmutter de NYU Langone.

Actualizado: 21 de abril de 2023

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