Los nuevos fármacos contra la obesidad también protegen corazón y riñones
26/11/2024
Los fármacos como la semaglutida (Ozempic o Wegoby) que se desarrollaron originalmente para el tratamiento de la diabetes, se han vuelto muy populares tras demostrar su capacidad para facilitar la pérdida de peso cuando se usan junto a un programa de dieta y ejercicio. Diversos estudios recientes han mostrado que parecen tener otros beneficios para la salud, y una nueva investigación que se ha publicado en la revista científica The Lancet Diabetes & Endocrinology ha revelado que también ejercen un efecto protector sobre el corazón y los riñones.
Estos medicamentos son agonistas del receptor GLP-1 e imitan la acción de una hormona –llamada péptido similar al glucagón 1– que estimula la producción de insulina y reduce los niveles de azúcar en sangre, por lo que resultan muy útiles para controlar la diabetes, y se empezaron a emplear como un tratamiento eficaz para la obesidad porque aumentan la sensación de saciedad, reduciendo así el apetito, y ralentizan la digestión.
El nuevo estudio constituye el análisis más completo realizado hasta ahora sobre el impacto de este grupo de fármacos en los resultados renales y cardiovasculares y muestra que tienen significativos beneficios en personas con y sin diabetes. En concreto, se analizaron siete agonistas diferentes del receptor GLP-1 en los ensayos, incluidos semaglutida (también conocida como Ozempic o Wegovy), dulaglutida (Trulicity) y liraglutida (Victoza).
Reducir la carga mundial de las enfermedades no transmisibles
Los investigadores realizaron un metaanálisis de 11 ensayos clínicos a gran escala sobre agonistas del receptor GLP-1 en los que participaron 85.373 personas (67.769 personas con diabetes tipo 2 y 17.604 personas con sobrepeso u obesidad y enfermedad cardiovascular, pero sin diabetes).
Los resultados mostraron que, en comparación con el placebo, los agonistas del receptor GLP-1 disminuyeron el riesgo de insuficiencia renal en un 16% y el empeoramiento de la función renal en un 22% (definido como una caída en la tasa estimada de filtración glomerular –una medida de la cantidad de sangre que filtran los riñones cada minuto– de al menos el 50%). La reducción combinada del riesgo de insuficiencia renal, empeoramiento de la función renal y muerte debido a enfermedad renal fue del 19%.
El análisis también confirmó hallazgos previos de que los agonistas del receptor GLP-1 protegen la salud cardiovascular, con una reducción del 14% en el riesgo de muerte cardiovascular, ataque cardíaco no fatal y accidente cerebrovascular no fatal, en comparación con placebo. La muerte por cualquier causa fue un 13% menor entre los pacientes tratados con agonistas del receptor GLP-1.
El autor principal, el profesor Sunil Badve, profesor asociado del Instituto George de Salud Global y la UNSW Sydney, ha declarado que el estudio ha ampliado el conocimiento actual sobre esta clase de medicamentos en áreas clave, incluidos los beneficios en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) y en personas con y sin diabetes.
Los agonistas del receptor GLP-1 disminuyeron el riesgo de insuficiencia renal en un 16% y el empeoramiento de la función renal en un 22%
"Este es el primer estudio que muestra un beneficio claro de los agonistas del receptor GLP-1 en la insuficiencia renal o la enfermedad renal terminal, lo que sugiere que tienen un papel clave en el tratamiento protector de los riñones y el corazón para pacientes con afecciones médicas comunes como diabetes tipo 2, sobrepeso u obesidad con enfermedad cardiovascular o ERC", dijo.
"Estos resultados son especialmente importantes para los pacientes con enfermedad renal crónica. Se trata de una enfermedad progresiva que acaba provocando insuficiencia renal que requiere diálisis o trasplante de riñón y que se asocia a muerte prematura, sobre todo por enfermedad cardíaca. Tiene un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes y supone unos costes sanitarios sustanciales".
La enfermedad renal crónica afecta a alrededor de una de cada 10 personas en todo el mundo, lo que equivale a unos 850 millones de personas, según indica un estudio publicado en Kidney International. Es la décima causa de muerte y se prevé que se convierta en la quinta causa de muerte más común para el año 2050, según otro trabajo publicado en The Lancet. La diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la obesidad son factores de riesgo independientes de la enfermedad renal crónica.
"Esta investigación demuestra que los agonistas del receptor de GLP-1 podrían desempeñar un papel importante a la hora de abordar la carga mundial de enfermedades no transmisibles. Nuestro estudio tendrá un gran impacto en las directrices clínicas para el tratamiento de la enfermedad renal crónica y la enfermedad cardiovascular en personas con y sin diabetes", ha afirmado el profesor Vlado Perkovic, profesor asociado del Instituto George, rector de la UNSW Sydney y autor principal del estudio. "Es necesario realizar más trabajos para implementar los resultados de este estudio en la práctica clínica y mejorar el acceso a los agonistas del receptor GLP-1 para las personas que se beneficiarán de ellos", concluye.
Actualizado: 26 de noviembre de 2024