La vacuna de Oxford contra el COVID-19 causa una gran respuesta inmune

Las primeras conclusiones del desarrollo de la vacuna de Oxford contra el COVID-19 indican que es un fármaco seguro y que parece provocar una fuerte respuesta inmune en las personas en las que se administra.
La vacuna de Oxford contra el coronavirus causa una gran respuesta inmune

21/07/2020

Pasito a pasito la investigación que analiza todo lo relacionado con la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford (Reino Unido) frente al COVID-19 va dando sus frutos. La nueva comunicación del equipo de científicos que lo lleva a cabo indican que el fármaco es seguro y además induce fuertes respuestas inmunes en los individuos a los que se les administra.

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Los últimos resultados del estudio, publicado en The Lancet, indican que la vacuna induce una respuesta inmune robusta en los participantes que la recibieron, generando dos tipos de inmunidad, la más conocida, en la que se producen anticuerpos que se unen al virus para intentar acabar con él, y la generación de células T, un tipo de glóbulos blancos que son capaces de reconocer una célula infectada por el virus, acabando con ella y con el patógeno.

Podrían ser necesarias dos dosis de la vacuna

La respuesta de las células T se dio dentro de los 14 días después de la vacunación y los anticuerpos se generaron dentro de los 28 días tras el pinchazo. Los autores han informado de que los anticuerpos detectados fueron más fuertes tras una dosis de refuerzo, haciendo que el 100% de la sangre de los participantes tuviese actividad neutralizante frente al SARS-CoV-2.

Todavía queda conocer cuáles son las dosis necesarias para que la vacuna sea eficaz y sus cantidades exactas, además, se debe adecuar al riesgo de los mayores

Sarah Gilbert, una de las investigadoras de la vacuna, expone que todavía no saben cómo de grande debe ser la respuesta inmune para plantarle cara al virus, por lo que todavía queda conocer si son necesarias dos dosis de la vacuna y que cantidades se deben administrar en cada una de ellas para que tengan un efecto protector. También deben descubrir cómo se debe ajustar este medicamento para las personas mayores, principal grupo de riesgo del COVID-19.

 

A pesar de todos estos resultados prometedores, todavía se tienen que realizar más pruebas que determinen la seguridad total de la vacuna, la dosis necesaria para aniquilar el virus y medir concretamente la respuesta inmune generada. La universidad inglesa se ha aliado con la farmacéutica AstraZeneca –responsable de la fabricación de medicamentos como el omeprazol– para poder empezar a producir el fármaco. Esta empresa ya se ha comprometido a suministrar unas 400 millones de dosis a la Unión Europea antes de final de año.

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Actualizado: 5 de mayo de 2023

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