Nuevas pautas multiplican el tiempo para abordar el ictus con éxito

Nuevas evidencias recomiendan aumentar la ventana de tiempo (hasta 24 horas) para tratar el ictus isquémico con trombectomía mecánica en pacientes seleccionados, reduciendo el riesgo de discapacidad.
Tomografía de un cerebro con un ictus
El tiempo desde que una persona sufre un ictus hasta que es atendida no debe superar seis horas.

07/02/2018

El tiempo que transcurre desde que una persona sufre un accidente cerebrovascular o ictus hasta que es atendida por los servicios médicos determina las probabilidades de que se recupere minimizando o previniendo las secuelas, y se estima que no debe superar seis horas. Sin embargo, esa ventana de tiempo se podría multiplicar hasta por cuatro, y llegar a 24 horas en el caso de algunos pacientes, en los que se podría emplear un tratamiento denominado trombectomía mecánica, que hasta ahora solo se aconsejaba durante las primeras seis horas tras el comienzo de los síntomas del ictus.

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La principal recomendación recogida en las nuevas guías para el tratamiento del ictus publicadas por la American Heart Association / American Stroke Association, que se basan en las evidencias científicas más recientes aportadas por diversos ensayos clínicos, y que se han presentado durante la American Stroke Association's International Stroke Conference 2018, es aumentar dicha ventana de tiempo utilizando técnicas de imagen avanzadas para seleccionar a aquellos pacientes en los que está indicado eliminar los coágulos de los vasos sanguíneos del cerebro con trombectomía.

La trombectomía mecánica aumenta hasta un 60% las probabilidades de recuperación neurológica tras un ictus, y reduce el riesgo de discapacidad

Esta técnica, que consiste en utilizar un dispositivo introducido en un catéter para capturar y extirpar el trombo por vía endovascular, y que ha demostrado su eficacia para disminuir el riesgo de discapacidad porque aumenta hasta un 60% las probabilidades de recuperación neurológica, se podría aplicar en determinados pacientes, según las nuevas pautas apuntadas por estos expertos, hasta 16 o 24 horas después de sufrir el accidente cerebrovascular, incrementando significativamente el límite de tiempo que se establecía hasta ahora en apenas seis horas.

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Reducir el riesgo de discapacidad en los afectados por un ictus

Las nuevas directrices se refieren al ictus isquémico agudo, que es el tipo de ictus más frecuente y se produce cuando un coágulo de sangre bloquea una arteria cerebral y reduce o impide el flujo de sangre hacia este órgano. Como ha explicado William J. Powers, profesor de Neurología de la Universidad de Carolina del Norte, y uno de los especialistas que ha colaborado en la presente actualización, aumentar la ventana de tiempo en la que se puede aplicar la trombectomía en los pacientes para los que está indicada, permitirá reducir su riesgo de discapacidad, y cambia por completo el panorama del tratamiento del ictus isquémico agudo.

Otra de las nuevas recomendaciones recogida en las guías es ampliar los criterios para la administración de fármacos trombolíticos, que actúan disolviendo los coágulos, ya que anteriormente los pacientes que experimentaban un ictus leve no eran candidatos a recibir este tratamiento, pero los resultados de nuevas investigaciones revelan que podría ayudar a algunos de estos pacientes, por lo que las guías sugieren que los médicos deben valorar los riesgos y beneficios asociados a esta terapia de manera individual, porque estos medicamentos pueden disminuir la discapacidad cuando se administran a tiempo y de forma adecuada.

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Actualizado: 14 de febrero de 2018

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