Procedimiento: cómo se hace una amniocentesis

Actualizado: 30 de marzo de 2023
Durante la realización de la amniocentesis la paciente se tumba en una camilla boca arriba y se le descubre el abdomen. A continuación, se pone un gel especial en el abdomen que facilita la realización de una ecografía que ubicará al bebé en el útero y localizará el líquido amniótico a analizar.
Posteriormente, se limpia el abdomen con un antiséptico, tambiém se puede poner aplicar una sustancia anestésica en la zona de la punción, aunque no siempre se hace, pues aunque larga la aguja es muy fina y apenas se nota.
Se realiza la punción en el abdomen guiada por la ecografía y se extrae del útero una pequeña cantidad de líquido amniótico con una jeringa. La cantidad de líquido que se extrae depende del motivo de la realización de la prueba.
En este proceso es importante que la embarazada evite moverse. Tras la extracción del líquido se retira la aguja y se pone un pequeño apósito en la zona de punción.
Después de la amniocentesis
Tras la prueba, se recomienda descansar y evitar realizar esfuerzos físicos tales como levantar objetos. Generalmente al día siguiente ya se puede realizar una vida normal. Se aconseja esperar uno o dos días a retomar la actividad sexual.
Se pueden tener algunas leves molestias abdominales tras la amniocentesis, así como calambres o incomodidad en la zona pélvica. Si después de la prueba se experimentan dolores abdominales como retortijones, pérdida de líquido por la vagina, sangrado vaginal, fiebre o alguna molestia que le preocupe debe consultar rápidamente con un médico.
La pequeña cantidad de líquido extraída se repone de forma natural rápidamente.
Creado: 24 de julio de 2012