Diagnóstico del mieloma múltiple
Actualizado: 28 de junio de 2022
Se sospechará del diagnóstico de mieloma múltiple por la presencia de los signos y síntomas comentados en el apartado anterior y se confirma con diferentes pruebas. Es difícil detectar este tipo de cáncer en sus etapas iniciales, porque es habitual que no aparezcan síntomas hasta que se encuentra en una fase avanzada, o que las manifestaciones sean inespecíficas y compatibles con otras enfermedades. Sin embargo, a veces se puede identificar precozmente al realizar un análisis de sangre de rutina en el que se observe una elevada cantidad de proteína.
En los estudios de laboratorio se puede encontrar disminución en la cifra de hemoglobina (anemia), aumento de los niveles de calcio en la sangre, y la presencia en sangre y orina del componente monoclonal. Es necesario realizar una biopsia de médula ósea para evaluar las características y el número de células plasmáticas.
En cuanto a las pruebas de imagen, como la resonancia magnética (RMN), pueden revelar la presencia de fracturas o de lesiones tumorales de células plasmáticas focalizadas en los huesos o en la médula ósea. Se realizarán también radiografía de los huesos para comprobar si han sido dañados por la enfermedad.
Diagnóstico del mieloma quiescente
Si el mieloma se encuentra en una fase temprana y no provoca síntomas ni complicaciones se denomina mieloma quiescente. Para diagnosticarlo, se deben dar estas características:
En estos pacientes, sin embargo, los recuentos sanguíneos, los niveles de calcio y la función renal, se mantienen normales, y tampoco sufren deterioro en los huesos ni en ningún otro órgano, ni hay signos de amiloidosis, por lo que el mieloma quiescente con frecuencia no precisa tratamiento inmediato, y solo es necesario hacer un seguimiento a los afectados.
Creado: 12 de enero de 2018