Pericarditis
El pericardio envuelve al corazón y lo separa de las estructuras vecinas. Su inflamación se conoce como pericarditis, la cual puede impedir un correcto funcionamiento cardíaco y tener peligrosas consecuencias.

Diagnóstico de la pericarditis

Doctor Miguel Vacas

Por: Dr. Miguel Vacas Córdoba

Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

Actualizado: 28 de junio de 2022

La anamnesis (entrevista de carácter clínico realizada por el médico para conocer los síntomas del paciente) y la exploración física permiten una primera aproximación para realizar el diagnóstico de pericarditis aguda. La triada compuesta por dolor torácico, roce pericárdico (ruido típico de la pericarditis aguda que se detecta al auscultar el corazón con un fonendoscopio) y fiebre es relativamente frecuente de esta enfermedad.

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Existen además diferentes pruebas complementarias que permiten realizar el diagnóstico de la pericarditis aguda con una mayor precisión:

  • Electrocardiograma: es una prueba barata y sencilla de realizar que resulta de gran utilidad diagnóstica, ya que muestra cambios sugestivos de pericarditis en un elevado número de pacientes (80-90%). Sin embargo, en otros casos los cambios son muy sutiles o no existen, por lo que su utilidad es limitada.
  • Alteraciones en la analítica sanguínea: pueden aparecer alteraciones propias de una infección aguda, como la leucocitosis (aumento del número total de glóbulos blancos). También se pueden elevar otras sustancias en sangre como la VSG o la PCR. Algunas pericarditis agudas pueden producir elevación de las enzimas de daño miocárdico como la CK o la troponina, lo que indica que se está produciendo un proceso inflamatorio que está afectando al músculo cardíaco.
  • Ecocardiograma: es el estudio más usado y eficaz para el diagnóstico del derrame pericárdico. Sin embargo, no es útil para el diagnóstico de la pericarditis aguda propiamente dicha, ya que la presencia de derrame no siempre es indicativa de que haya pericarditis. Por otro lado, la ausencia de derrame no excluye el diagnóstico de dicha enfermedad.
  • Radiografía de tórax: permite observar, en algunas ocasiones (especialmente cuando hay mucho derrame pericárdico), un aumento del tamaño de la silueta cardíaca. A pesar de ello, la gran mayoría de pericarditis agudas presentan una radiografía de tórax normal.
  • Tomografía computarizada torácica y resonancia magnética del corazón: son un excelente método para establecer el diagnóstico de derrame pericárdico, pero al ser pruebas muy caras y que no siempre están disponibles en los centros hospitalarios sólo se realizan en casos muy concretos.

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Creado: 17 de enero de 2014

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