Los ataques de migraña se acentúan en vacaciones

En época de vacaciones los dolores de cabeza se multiplican e intensifican, pero no parece deberse al calor, sino a los cambios de hábitos que se relacionan con la etapa estival. Algunos consejos evitan cefaleas indeseadas.
Mujer afectada de migraña se toca las sienes
Los expertos atribuyen el aumento de la frecuencia de migrañas a los cambios de hábitos.

En verano todos descansamos más, nos relajamos y disfrutamos del tiempo libre. Sin embargo, para las personas que sufren cefaleas y migrañas no es una época propicia, ya que los dolores de cabeza suelen incrementarse en esta época del año. Al menos, se muestran particularmente sensibles para el 15% de estos pacientes.

“El calor puede vasodilatar las arterias craneales, pero en ningún estudio se ha relacionado con el empeoramiento de la migraña o cualquier tipo de cefalea”.

No obstante, más allá de lo que podría pensarse y antes de que culpabilicemos al calor como principal causante del incremento de ataques de migraña en verano, los expertos apuntan a otros sospechosos más plausibles: el cambio de hábitos en nuestras rutinas diarias. El Dr. Robert Belvís, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Dexeus en Barcelona, precisa que “es cierto que el calor puede vasodilatar las arterias craneales, pero no se ha relacionado con el empeoramiento de la migraña o cualquier tipo de cefalea en ningún estudio”.

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Lo que sí parece más claro es que factores como las largas horas de tránsito hasta nuestros destinos vacacionales, el paso del estrés del día a día laboral al relax de esta época de descanso, las alteraciones en nuestro patrones de sueño y descanso, los cambios en las horas a las que comemos, o incluso la toma de helados o bebidas más frías pueden acabar afectando a nuestro organismo, y especialmente a nuestra cabeza.

Para tratar de contrarrestarlo, el neurólogo Robert Belvís aconseja ajustar estos hábitos durante el verano. De esta manera, los primeros días de nuestro periodo estival es importante que no hagamos cambios bruscos en nuestras rutinas horarias (tanto de sueño como de comidas) con el fin de que nuestro metabolismo se vaya ajustando poco a poco. Igualmente, las últimas semanas laborales conviene ir desacelerando el ritmo frenético que solemos llevar, no dejar todos los preparativos para el último momento y de esa manera ir acompasando nuestros tiempos. También, recomienda no dejarse llevar por el descanso total y realizar planes que nos mantengan activos pero que a su vez nos ayudan a despejarnos y dejar atrás el estrés poco a poco.

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Paralelamente, y aunque el calor, como decíamos, no parece un causante directo del aumento de cefaleas veraniegas, sí que conviene resguardarse del sol, ya que los dolores de cabeza sí pueden derivarse de insolaciones o golpes de calor. Por tanto, protegernos debidamente y mantener un buen estado de hidratación, así como evitar excitantes y bebidas demasiado frías nos ayudará a mantener la migraña a raya durante nuestras vacaciones para disfrutarlas sin preocupaciones.

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Actualizado: 2 de septiembre de 2015

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