Una bacteria intestinal buena reduce el riesgo de complicaciones del embarazo

07/10/2025
Una microbiota intestinal diversa y equilibrada es una fuente de salud para cuerpo y mente, según han demostrado las evidencias científicas, pero, ahora, científicos de la Universidad de Cambridge han encontrado la primera evidencia clara de que la bacteria intestinal Bifidobacterium breve –considerada beneficiosa– puede influir directamente en el funcionamiento de la placenta y en la producción de hormonas esenciales para un embarazo saludable.
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Los investigadores llevaron a cabo un estudio con ratones en el que compararon las placentas de hembras sin bacterias intestinales con las de otras que sí tenían Bifidobacterium breve en su intestino durante la gestación. Los resultados se han publicado en la revista Journal of Translational Medicine y revelaron que las ratonas sin esta bacteria presentaron más complicaciones, como restricción del crecimiento fetal, bajo nivel de azúcar en sangre en los fetos, e incluso más pérdidas gestacionales.
Según los científicos, esta bacteria “buena” parece desempeñar un papel clave al estimular la placenta para que produzca las hormonas que ayudan al cuerpo de la madre a mantener el embarazo. Es la primera vez que se demuestra una conexión directa entre el microbioma intestinal y la placenta.
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Este hallazgo abre la puerta al desarrollo de nuevas estrategias que permitan detectar precozmente problemas como la diabetes gestacional, la preeclampsia o el riesgo de aborto espontáneo, analizando el microbioma intestinal de la madre y ajustándolo con probióticos para mejorar la salud del embarazo.
Una placenta más eficaz para prevenir complicaciones
La placenta es un órgano vital que conecta a la madre con el feto, proporcionando nutrientes, oxígeno y hormonas esenciales para el desarrollo del bebé. En este estudio, los científicos observaron más de 150 procesos biológicos y 400 proteínas diferentes en las placentas, y hallaron grandes diferencias entre los ratones con y sin Bifidobacterium breve.
Las hembras con esta bacteria perdieron menos embarazos, y sus placentas fueron más eficientes al absorber y transportar nutrientes (como aminoácidos y lactato) del cuerpo materno al feto. Además, producían más hormonas del embarazo, como las prolactinas y las glicoproteínas específicas del embarazo. El uso de ratones permitió controlar factores como la dieta o el nivel de actividad, lo que da más solidez a los resultados. Los investigadores creen que estos hallazgos también son relevantes para los embarazos humanos.
“Podríamos prevenir complicaciones como la diabetes gestacional, la preeclampsia, o incluso los abortos, simplemente mejorando el equilibrio de bacterias intestinales en la madre”
“Nuestros resultados ofrecen una forma completamente nueva de evaluar la salud de una mujer embarazada y del feto analizando las bacterias de su intestino”, ha explicado el doctor Jorge López Tello, autor principal del estudio, que también ha destacado un hecho curioso: “Normalmente, la placenta se ignora por completo. Después del parto simplemente se desecha. Pero ahora que entendemos mejor cómo funciona, podríamos prevenir complicaciones como la diabetes gestacional, la preeclampsia, o incluso los abortos, simplemente mejorando el equilibrio de bacterias intestinales en la madre”.
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Aunque Bifidobacterium breve forma parte natural del microbioma intestinal humano, su presencia puede verse alterada por el estrés o el sobrepeso durante el embarazo. Esta bacteria ya se encuentra disponible en bebidas y suplementos probióticos, lo que facilitaría su uso clínico en el futuro.
Hasta un 10% de las madres primerizas tienen bebés con bajo peso al nacer o crecimiento fetal restringido, lo que puede aumentar el riesgo de padecer problemas neurológicos o de salud mental en el futuro, como ansiedad, depresión o autismo. “Nuestra investigación nos ofrece una nueva capa de información sobre cómo funciona el embarazo y puede ayudarnos a desarrollar nuevas formas de mejorar la salud tanto de la madre, como del bebé”, ha destacado la profesora Amanda Sferruzzi-Perri, coautora principal.
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“Es fascinante pensar que microbios beneficiosos como las bifidobacterias, que ya sabemos que fortalecen el intestino y el sistema inmune, podrían utilizarse durante el embarazo para mejorar sus resultados. Los probióticos podrían convertirse en una alternativa más natural y segura a los tratamientos tradicionales”, concluye la profesora Lindsay Hall, de la Universidad de Birmingham.
Actualizado: 6 de octubre de 2025