La tos ferina presenta tres fases diferenciadas: fase catarral, paroxística y fase convalecencia. 

Fase catarral

La fase catarral aparece entre los siete y los diez días tras la exposición (incubación). En este estadio, las bacterias van recubriendo la tráquea, la garganta y el resto del aparato respiratorio. Los síntomas son primordialmente catarrales, en especial:

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  • Estornudos.
  • Lagrimeo.
  • Falta de apetito.
  • Ronquera.
  • Tos. Inicialmente nocturna, pero que se va extendiendo a lo largo del día.

Fase paroxística

Unos 14 días después de la exposición aparece la fase paroxística. En esta, la tos se vuelve más frecuente, ya casi sin descanso, y tiene la particularidad de que, después de cada ataque de tos, aparece una respiración forzada del paciente ante la falta de aire. Al tapizar las bacterias la vía aérea, el aire inhalado pasa silbando, produciendo un sonido agudo que da el nombre a la patología.

Fase de convalecencia

La última fase, la fase de convalecencia, se trata de una recuperación paulatina de los síntomas, generalmente a partir de la cuarta semana.

La tos paroxística puede recurrir durante meses, provocada por alguna irritación o infección viral de las vías altas respiratorias, ya que la zona se encuentra aún muy sensible tras la infección. La infección propiamente dicha suele durar una media de unas seis semanas.

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Creado: 29 de noviembre de 2011

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