Luxación o dislocación, cómo actuar
Si un hueso se desencaja de la articulación y no vuelve a su posición natural, se produce una dislocación o luxación. Se trata de una lesión frecuente, por lo que es importante saber cómo actuar en estos casos.

Causas de las luxaciones o dislocaciones

Alicia Díaz

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

Actualizado: 28 de julio de 2023

La luxación es un tipo de lesión frecuente porque no tiene por qué darse una situación especial para que se produzca. Un golpe, no necesariamente fuerte, que se recibe en un sitio específico, puede dislocar un miembro, al igual que puede suceder con una mala postura o una caída con mal apoyo.

Dependiendo de la articulación afectada, las causas de la luxación varían. Las más comunes son:

  • Hombro: puede luxarse tanto hacia delante como hacia atrás; la mayor parte de las veces por un mal apoyo del brazo o a causa de movimientos muy bruscos. Ocurre cuando el hueso del brazo (húmero) se desplaza fuera de su posición normal en la cavidad del hombro. La laxitud en los ligamentos que rodean la articulación del hombro o una debilidad muscular pueden aumentar el riesgo de sufrir una luxación, así como tener antecedentes de luxación previa, anomalías estructurales o enfermedades articulares, incluso a crisis epilépticas, como apunta el Dr. Villanueva, especialista en traumatología.
  • Cadera: es una lesión grave en la que la cabeza del fémur (hueso del muslo) se sale de su posición normal dentro del acetábulo (cavidad de la pelvis), provocada por fuertes impactos en la pierna que hacen palanca y causan la luxación. Estas luxaciones se producen "cuando la cabeza del fémur es empujada hacia atrás. Suele suceder cuando la rodilla y la cadera están flexionadas, por ejemplo cuando estamos sentados, y recibimos un golpe fuerte en la rodilla", explican los traumatólogos de Clínica Martín Gómez. Puede ser debida a un accidente o colisión, lesiones deportivas e incluso a patologías articulares como la artritis. Puede ocurrir igualmente debido a una artroplastia total de cadera, es decir, en aquellos casos de personas que han sido sometidas a una cirugía de reemplazo total de cadera, una dislocación de cadera puede ocurrir si los componentes protésicos no están correctamente alineados o si los tejidos circundantes se vuelven inestables.
  • Rodilla: la articulación de la rodilla es más compleja, ya que intervienen varios huesos, y la luxación se puede producir en cualquiera de las uniones. Siendo la luxación de la rótula el tipo de luxación más frecuente de la rodilla, aclara el traumatólogo Juan Arnal. Normalmente la causa de la dislocación es una rotación forzada, mal apoyo y traumatismos directos en deportes de contacto, o al realizar movimientos bruscos de pivoteo. Las personas con laxitud excesiva en los ligamentos que rodean la rodilla también pueden ser más propensas a sufrir dislocaciones.
  • Tobillo: esta articulación es la que suele sufrir más lesiones traumatológicas. El tobillo debe soportar todo el peso del cuerpo, amortigua los golpes y sufre constantemente pisadas en terrenos con desniveles. Una persona desentrenada que apoye mal el pie tiene más probabilidades de luxarse, al igual que las personas obesas que sobrecargan la articulación. Un simple escalón basta para lesionar un tobillo.
  • Codo: la dislocación del codo es más común en niños que en adultos, sobre todo por las caídas al empezar a andar, al poner el brazo extendido y la mano en el suelo, o los tirones cuando se les agarra de la mano (codo de niñera). También puede ser común en lesiones deportivas al practicar rugby, fútbol o gimnasia. En otras actividades como hacer skateboard, escalar o algunos deportes acuáticos pueden darse estas lesiones.
  • Espalda: es una lesión poco común pero grave en la que las vértebras de la columna también se desplazan fuera de su posición normal o fracturarse. Estos suelen ser casos donde ha habido un fuerte traumatismo, como una caída a gran altura o un accidente de tráfico, o bien un impacto violento en la espalda en la práctica de deportes de contacto. Levantar o transportar cargas excesivas por una mala técnica de levantamiento. Algunas condiciones médicas, como la osteoporosis, que debilitan los huesos, pueden aumentar el riesgo de luxación vertebral en casos de traumatismo moderado. En raras ocasiones, una luxación vertebral puede ocurrir como una complicación de una cirugía de columna previa.
  • Muñecas y dedos: suelen ser causadas por lesiones traumáticas que involucran una fuerza excesiva aplicada a la articulación, ya sea por caídas con las manos extendidas, lesiones practicando baloncesto, fútbol o voleibol, accidentes de coche, atrapamientos entre objetivos pesados, impactos directos o lesiones laborales por movimientos repetitivos.

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Creado: 12 de marzo de 2013

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