Luxación o dislocación, cómo actuar
Si un hueso se desencaja de la articulación y no vuelve a su posición natural, se produce una dislocación o luxación. Se trata de una lesión frecuente, por lo que es importante saber cómo actuar en estos casos.

Signos y síntomas de una luxación

Alicia Díaz

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

Actualizado: 28 de julio de 2023

Las luxaciones y subluxaciones, como la mayoría de las lesiones traumatológicas, presentan unos signos y síntomas característicos. En ocasiones puede ocurrir que a simple vista no se pueda determinar el tipo de lesión, si es una subluxación o una torcedura. Sin embargo, el tratamiento será el mismo hasta que los servicios médicos hagan las pruebas necesarias para evaluar la lesión.

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Hay características que son iguales tanto en dislocaciones completas como en subluxaciones, que son:

  • Dolor agudo e intenso, sobre todo al intentar mover la articulación o cargar peso. El dolor puede ser constante y aumentar con el movimiento.
  • Zona hinchada y amoratada: la articulación dislocada puede inflamarse rápidamente después del traumatismo, lo que resulta en hinchazón y aumento del tamaño de la zona afectada.
  • Si hay afectación nerviosa, el afectado sentirá sensación de hormigueo y posible parálisis. En algunos casos, una dislocación puede causar compresión de nervios cercanos, lo que puede resultar en sensaciones de hormigueo, entumecimiento o debilidad en el área afectada.
  • Sensibilidad y calor: La articulación puede estar sensible al tacto y sentirse caliente debido a la inflamación.

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Pero en el caso de una dislocación, al ser una lesión más grave, además se observará:

  • Deformación del miembro, que adopta una postura antinatural: en muchas dislocaciones, se puede observar una deformidad obvia en la articulación afectada. El hueso puede parecer fuera de lugar o deformado en comparación con la otra extremidad.
  • Imposibilidad de mover el miembro: la persona afectada puede tener dificultad o incapacidad para mover la articulación normalmente debido al desplazamiento del hueso.
  • Posibles daños graves a los ligamentos, incluso siendo necesario el empleo de cirugía.
  • Incapacidad para soportar peso: en dislocaciones de las extremidades inferiores, como la rodilla o el tobillo, la persona puede ser incapaz de soportar peso sobre la articulación afectada.
  • Mayor probabilidad de futuras luxaciones, ya que los ligamentos se distienden y es más fácil que se vuelva a salir la articulación.

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Creado: 12 de marzo de 2013

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