La radioterapia tiene más beneficios que riesgos de desarrollar un segundo cáncer

La radioterapia solo aumenta el riesgo de sufrir un segundo cáncer en un 8%, mucho menos de lo que se creía, según desvela un estudio del Instituto Nacional del Cáncer en Rockville.
Tratamiento de radioterapia en un hombre

Muchos pacientes de cáncer tratados con radioterapia tienen miedo de padecer un segundo tumor. Pues bien, siempre se había pensado que este tratamiento estaba asociado con un riesgo de desarrollar un cáncer secundario, pero hasta ahora se desconocía en qué proporción. La revista 'The Lancet Oncology' ha publicado un estudio del Instituto Nacional del Cáncer en Rockville (Estados Unidos) que revela la incógnita: un ocho por ciento. Mucho menos de lo que se creía.

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Los autores, dirigidos por Amy Berrington de González, calcularon el riesgo a largo plazo de cánceres secundarios derivados de la radioterapia en las localizaciones de los tumores primarios sólidos de 647.672 pacientes durante un periodo de seguimiento de 30 años. Durante este tiempo, el nueve por ciento de quienes sobrevivieron cinco años desarrolló un segundo cáncer sólido.

De ellos, los investigadores estimaron que tan solo el ocho por ciento de estos cánceres secundarios podían estar asociados al tratamiento de radioterapia del primer cáncer. Más de la mitad de estos cánceres se daban en supervivientes de cáncer de mama y de próstata. La proporción estimada de cánceres secundarios asociados a la radioterapia variaba según la localización del primer cáncer, del cuatro por ciento en el caso de los cánceres oculares hasta el 24 por ciento para el cáncer de testículos.

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El riesgo de desarrollar un segundo cáncer era superior en los pacientes tratados a una edad más joven y en órganos expuestos a mayores dosis de radiación y se incrementaba con el mayor tiempo desde el diagnóstico. Por cada 1.000 pacientes tratados con radioterapia los investigadores estimaron un exceso de tres cánceres asociados al tratamiento de radiación en los 10 años siguientes al diagnóstico del primer cáncer y un exceso de cinco cánceres a los 15 años. Estos riesgos, señalan los autores, son pequeños en comparación con los posibles beneficios del tratamiento.

Entre esos beneficios, podríamos señalar que la radioterapia se utiliza para reducir el tamaño de los tumores, bien para hacerlos más pequeños y facilitar así la cirugía, bien para retrasar su progresión. Para ello daña las células tumorales, si bien también puede provocar algunos daños en las células sanas. De esta manera ayuda a reducir el posible dolor asociado al cáncer, así como a evitar recaídas.

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Actualizado: 3 de septiembre de 2020

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