Esquizofrenia
Según la Organización Mundial de la Salud 21 millones de personas en el mundo sufren esquizofrenia, un trastorno psiquiátrico que se manifiesta de forma específica en cada paciente y que precisa un tratamiento individualizado.

Diagnóstico de la esquizofrenia

Por: Hugo González Núñez

Licenciado en Farmacia

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 2 de septiembre de 2022

El diagnóstico de la esquizofrenia se realiza a través de la historia clínica del paciente, donde se reflejan tanto los antecedentes familiares como los acontecimientos sufridos por el paciente y los tratamientos prescritos, así como una entrevista a las personas que forman parte del entorno del paciente. El diagnóstico de la esquizofrenia se basa en criterios clínicos reforzados por pruebas psicométricas, neuropsicológicas y, en determinados casos y como complemento al diagnóstico, se emplean pruebas  de neuroimagen. Se requieren, por tanto y en base a las clasificaciones actuales, la presencia de:

  1. Síntomas positivos (delirios, alucinaciones).
  2. Síntomas negativos (aplanamiento afectivo, abulia-apatía, afectación de la atención).
  3. Desorganización del pensamiento, de la conducta y del lenguaje.

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Estos síntomas deben existir durante al menos 6 meses, y no deberse a otras situaciones psicopatológicas o tóxicas.

La esquizofrenia no suele ser de aparición súbita, sino que suele desencadenarse con un primer periodo cuya duración oscila entre varios días y años, en los cuales el paciente, progresivamente, presenta cambios mínimos de carácter, disminución en el rendimiento escolar/laboral, aumento de la ansiedad y, finalmente, aislamiento social.

En la aparición del primer episodio psicótico suelen predominar de forma clara los síntomas de tipo positivo, aunque en determinados tipos de esquizofrenia estos síntomas están disminuidos o ausentes. En esta fase inicial o aguda, es importante descartar mediante algunas pruebas la presencia de otros trastornos que pudieran manifestarse de la misma forma. Por tanto se requiere la determinación de tóxicos en orina o en sangre, test de embarazo en mujeres, TAC craneal y electroencefalograma para excluir tumores o infecciones del sistema nervioso. 

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Diagnóstico de la esquizofrenia

Tras este primer episodio, el paciente suele precisar hospitalización, donde se realiza un primer diagnóstico y se establece el tratamiento, que el paciente deberá seguir de forma rigurosa durante al menos dos años. Los factores que pueden considerarse favorables al pronóstico de la enfermedad son:

  • Aparición tardía de la enfermedad.
  • Buena adaptación y seguimiento del tratamiento.
  • Ritmo de vida estable, con horarios de trabajo y descanso fijos, y evitando el  consumo de cualquier tipo de droga (alcohol, tabaco…).
  • Ausencia de antecedentes familiares de trastornos afectivos y de alteraciones neuroestructurales en el propio paciente.
  • Buenos resultados en las pruebas neuropsicológicas.

Pronóstico de la esquizofrenia y riesgo de recaídas

Se consideran con mejor pronóstico las esquizofrenias paranoides, y en las pacientes femeninas mejor que en los varones. Por el contrario, son signos que alertan del riesgo de recaída:

  • Alteraciones del comportamiento.
  • Insomnio.
  • Sensación de abatimiento y decaimiento (depresión).
  • Dificultad de concentración.
  • Irritabilidad o agresividad.
  • Bloqueo.

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