'Protege tus riñones, salva tu corazón'

En el Día Mundial del Riñón, los expertos buscan concienciar a la población, y en concreto a los pacientes renales, sobre la importancia de cuidar este órgano para evitar el riesgo de complicaciones vasculares, causantes de más de la mitad de muertes en estos enfermos.
Dia Mundial del riñón

Bajo este lema se celebra hoy, 10 de marzo, el Día Mundial del Riñón, cuyo objetivo en esta edición es concienciar a la población, y a los pacientes renales en particular de un hecho: las causas vasculares (cardíaca o cerebral) son responsables de más de la mitad de los fallecimientos en enfermos renales crónicos.

PUBLICIDAD

De esta manera, la conexión cardio-renal se sitúa como causa primordial de fallecimiento de los pacientes en Tratamiento Sustitutivo Renal (TSR), bien en diálisis o trasplantados. Esta conexión es muy frecuente, de hecho, más de un tercio de los pacientes que sufren insuficiencia cardiaca crónica padecen también cierto grado de insuficiencia renal.

En el marco de la celebración de este día mundial, el doctor Alberto Martínez-Castelao, presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) señala que “la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es una realidad que hay que saber reconocer y diagnosticar precozmente para hacer una correcta prevención de la misma y avanzar poco a poco en el reconocimiento y manejo global e integrado de la misma. Ese reconocimiento es el punto clave para hacer una buena y adecuada prevención de la enfermedad y no llegar al trasplante”.

PUBLICIDAD

¿Cómo tratar a estos pacientes?

Doctor auscultando a su paciente

Aun así, la realidad es que en la actualidad, como señala el doctor Julián Pérez-Villacastín, secretario general de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), “no existen muchos estudios que orienten acerca de cómo tratar a estos pacientes, debido a que en general las investigaciones que se llevan a cabo en personas con fracaso cardíaco tienden a excluir a aquellos que además tienen insuficiencia renal grave. Por otro lado, estos pacientes a menudo tienen además otras comorbilidades que los hacen extremadamente complicados a la hora de seleccionar tratamientos adecuados”.

La relación entre los factores cardiacos y renales se da en las dos direcciones; una disfunción aguda o crónica del corazón o de los riñones repercute también sobre el otro órgano. Así, según explica el doctor Martínez Castelao, “cuando un paciente cardiópata presenta una insuficiencia cardíaca, esa situación puede dañar a los riñones, y viceversa, la anemia, la hipercolesterolemia o la hipertensión arterial que padece el enfermo con una insuficiencia renal, daña a su vez a su corazón. También una hipertensión arterial no diagnosticada o conocida pero mal controlada daña al corazón, pero también al riñón, que puede ser causa o recibir la consecuencia de esa hipertensión”.

PUBLICIDAD

En cuanto a los factores de riesgo cardiovascular, se sabe que varían dependiendo de la población, pero dentro de los modificables, los principales, según el doctor Pérez-Villacastín, son “el tabaquismo, que puede afectar a un tercio de la población, la hipertensión arterial, que afecta al 25% y en 65 años se estima que alcance a la mitad de la población, la dislipemia, que afecta al 25% de las personas, el sobrepeso, a hasta el 20%, el sedentarismo, también al 20%, y la diabetes, que condiciona a un 10%”. Además, a menudo coinciden varios factores en el mismo individuo.

2.225 trasplantes renales en el último año

Máquina de diálisis renal

España se sitúa entre los países líderes mundiales en trasplante renal; según el doctor Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), el objetivo de la ONT pasa por “seguir insistiendo en la necesidad de la donación como única alternativa terapéutica para multitud de enfermedades que llevan a la insuficiencia de los distintos órganos. Este año, además del trasplante renal, al involucrarse también el corazón, el concepto de donación se hace más universal en el sentido de referirse a la necesidad de todo tipo de donaciones”.

PUBLICIDAD

Así, en 2010 se realizaron un total de 2.225 trasplantes renales, prácticamente los mismos que en el 2008, frente a los 2.328 de 2009. Según señala el Dr. Matesanz, “este ligero descenso del número de donantes de un 4% frente al 6% significa una mejor utilización de los órganos disponibles, lo que es un dato muy positivo. Los tres últimos años han sido los de máxima actividad trasplantadora”.

En su conjunto en España se registra el mismo número de pacientes en diálisis que viviendo con un trasplante funcionante; actualmente están en lista de espera entre el 15% y el 20% de los pacientes en diálisis, teniendo en cuenta la enorme actividad trasplantadora mantenida a lo largo de los años, que ha seleccionado mucho la población que espera un riñón, muchos de ellos en segundos o terceros trasplantes. En este sentido, en los últimos años se está potenciando el trasplante a partir de la donación de vivo.

PUBLICIDAD

Prevención y abordaje multidisciplinar

Grupo de médicos reunidos en una sala

María Jesús Rollán, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), afirma que “a pesar de que los criterios para la detección precoz de los pacientes de riesgo o con insuficiencia renal en fase inicial todavía están definidos claramente, hay un elevado número de pacientes que son derivados tarde al nefrólogo y a las consultas de Enfermería Nefrológica”.

Por ello, desde la Sociedad se reivindica la incorporación a las Unidades de Nefrología de personal de enfermería idóneo y motivado, evitando la excesiva rotación del mismo. Según Rollán, existe todavía un gran desconocimiento por parte de los gestores de todo lo referente al paciente renal y de su pluripatología asociada; por eso cree necesaria la existencia de consultas de Enfermería (ERCA), cuya implantación es todavía limitada y que “permitirían atender adecuadamente al paciente en la educación, en el auto cuidado y en el momento de otorgar información básica sobre el tratamiento y el proceso de toma de decisión del tipo de este”.

PUBLICIDAD

Por otra parte, opina Rollán, debiera ser imprescindible un abordaje multidisciplinar para conseguir una actuación eficaz sobre la detección de hábitos y actitudes inadecuadas y su posterior modificación, con el objetivo de retrasar la necesidad de los pacientes de someterse a TSR y reducir la morbimortalidad. “Finalmente”, como afirma la presidenta de SEDEN, supondría un ahorro para el Sistema Nacional de Salud (SNS), ya que “lograr retrasar tan solo un año la entrada de un paciente en diálisis puede suponer un ahorro de entre 20.000 y 30.000 € al año”.

ALCER, el día a día del paciente renal

“El SNS sigue siendo un muy buen sistema para tratar los procesos agudos de enfermedad y no tanto para las enfermedades crónicas como las renales”, así lo señalan desde la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER). Alejandro Toledo, su presidente, recalca que hay intención de trabajar en ello por parte de las Administraciones Públicas, pero que actualmente no se llevan a cabo programas o estrategias de prevención y salud renal.

Toledo recuerda que el proceso por el que pasa un enfermo renal es duro y que “enfrentarse día a día con una patología tan limitante y con unos tratamientos tan invasivos no es fácil”. En ese sentido, ALCER recuerda la importancia de la prevención en enfermedades renales, que supondría que un número mayor de pacientes no llegaría nunca a diálisis o trasplante renal. Para ello, las medidas más saludables son, como señala Toledo, “una alimentación adecuada, el control del peso, evitar el abuso de alcohol, tabaco y otras drogas, realizar ejercicio físico regularmente y, si existe algún factor de riesgo, controlar periódicamente la función renal”.

Fuente: SEN, SEC, ONT, SEDEN, ALCER

Actualizado: 15 de octubre de 2019

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD